Con Ana Gorría

01 mar 2020 / 18:03 H.

Ana Gorría nació en Barcelona en 1979. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Destacamos sus poemarios “Clepsidra” (2004), “Araña” (2005), “El presente desnudo” (2011), “La soledad de las formas” (2013), “Nostalgia de la acción” (2016) y “De la supervivencia”. Poemas 2006-2016 (2018), entre otros. En sus versos prima la desesperanza y un intento de definir lo esencial. La sugerencia de sus versos se desenvuelve en un innovador alegato de la impresión y el fragmento, como indica Rafael Morales Barba en su libro Poéticas del malestar.

“Clepsidra” (2004) y “Araña” (2005) son dos libros definidos por un diagrama “esencial” y “minimalista”, también agonistas, como el “Presente desnudo” (2011) y “La Soledad de las formas” (2013). En efecto, “Clepsidra” (2004) gira sobre una unión amorosa en el tiempo que fluye de los amantes. Este poemario es un reloj de fluidos, como el agua, que nuestra autora utiliza con amor: /En el reino del agua no hay fronteras, ni vísperas, ni tardes ni barreras que extenúen el cauce de las manos/.../En el reino del agua hay sólo un horizonte que se empuja a sí mismo, con la tensión perpetua y estelar de un rostro en las pupilas. /. El agua, como indica Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, es símbolo de las energías inconscientes, de las potencias informes del alma, de las motivaciones secretas y desconocidas.

“Araña” (2005) propone lo escueto como propuesta, una interiorización de lo que se vuelve hacia el yo, de impresión ante las incertidumbres. Los poemas suelen ser cortos, contundentes, como heridas abiertas, que se tejen hacia su universo de simbologías, así tenemos su poema “Escombrada”: /Es la cornisa rota y el mundo que se cae. / Igual que el sueño vuelve/ la tarde a ser carne apagada, /cáncer en las paredes de la luz. /Oscuridad que tiembla en un alambre. /. En un diálogo explícito, con Nostalgia de la acción (2016), el sujeto poético ejercita la variedad de sus personas verbales, la posibilidad física de las vivencias dentro de la palabra, al tanto de las emociones-acción. Con los dibujos de Marta Azparren se introduce un tercer lenguaje en el que se indaga como un fotograma del gesto y suma una variación en las lecturas posibles de Deren. Y entre sus versos: / He venido hasta aquí y dejo mi mirada /suspendida en la tuya/ aunque afuera hace frío permanezco/ en el límite/ en ocasiones solo soy paisaje/ el bamboleo lento del jardín/ en los ojos/la mirada perdida el animal el costado en el marco/ el sacrificio implacable de la/inocencia.../. De la supervivencia. Poemas 2006-2016 (2018) constata la precariedad existencial, la incertidumbre de las certezas, la inseguridad y la vulnerabilidad que nos conforman. Poesía que abisma, poesía que respira con intensidad, y así menciona “Umbilical”: /si estación transparente resuelta en luz herida/ lento espacio sin voz/ abriéndose a la tierra/ canción hasta el dolor sueño de cal: / ardiendo/ qué hilo no nos separa de la nada. /.