Ayudas para el algodón

La Consejería de Agricultura ordena el ingreso de 53 millones, de los que 4 se repartirán entre 876 jiennenses

    26 mar 2016 / 19:52 H.

    La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha dado la orden —esta semana— para que se proceda al pago de cerca de 53 millones de euros correspondientes a la ayuda específica al cultivo del algodón de la campaña 2015. Se trata de una línea financiada por el Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga) y cuyo montante, en esta ocasión, beneficia a 5.000 agricultores que viven en Andalucía..

    La Consejería —en una nota— detalló que, por provincias, destaca Sevilla, con casi 32 millones de euros y 2.791 beneficiarios, seguida de Cádiz, con más de 11,6 millones de euros y 822 beneficiarios; y Córdoba, con 4,8 millones de euros y 450 beneficiarios. Por detrás se sitúan Jaén, con algo más de cuatro millones de euros y 876 beneficiarios; y Huelva, con más de 487.000 euros y 60 beneficiarios. Málaga y Granada cuentan cada una con un solo beneficiario, al que corresponden casi 8.000 y más de 2.300 euros, respectivamente.

    Esta subvención se concede a los agricultores que han producido algodón de las variedades autorizadas y de calidad, según explica la Junta, que detalla también que este cultivo debe encontrarse además en superficies agrícolas que han tenido derecho a ayuda al menos una vez en las campañas 2000/2001, 2001/2002 y 2002/2003. Precisamente, se tiene en cuenta el respeto a la densidad mínima y la rotación del cultivo, salvo cuando la superficie de siembra de algodón sea menor de diez hectáreas.

    En cuanto al montante de ayuda que perciben los beneficiarios en la campaña 2015, el Fondo Español de Garantía Agraria determina un importe de algo más de 977 euros por hectárea. El algodón aún resiste en la provincia jiennense. Precisamente, la mayor parte de su superficie de cultivo se localiza en las vegas de los ríos, concretamente, en la del Guadalquivir. Siempre se ha mostrado como un cultivo alternativo al olivar. De hecho, las fincas en las que se suele sembrar resultan bastante incompatibles con el olivar, ya que el algodón suele ser germen de la verticilosis, que resulta tremendamente perjudicial para el olivo.