Violencia “amarilla” en París

Al menos 110 personas heridas y 270 arrestadas en una manifestación

02 dic 2018 / 11:28 H.

Al menos 110 personas resultaron heridas y 270 personas fueron arrestadas en París durante las “violentísimas” protestas que sacudieron la capital francesa en el día más conflictivo desde el inicio de las protestas del colectivo de los “chalecos amarillos”, en el que “grupos de alborotadores” infiltrados entre los manifestantes legítimos, según el Ministerio del Interior francés, quemaron vehículos y negocios, y forzaron enfrentamientos contra la Policía. Entre los heridos hay 17 agentes, según la Policía de París y el primer ministro francés, Edouard Philippe, quien declaró: “Estamos comprometidos con el diálogo, pero también con el respeto a la ley. Estoy francamente sorprendido por estos ataques a los símbolos de Francia”.

El Ministerio del Interior responsabilizó a “grupos violentos” de los incidentes y aseguró que el Gobierno está “en proceso de restaurar el orden”. El secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez, señaló, en concreto, a “personas con casco, armados y hostiles” a la Policía, a sus instituciones y a los símbolos de la República. También la ministra de Sanidad, Agnes Buzyn, condenó esta violencia. “Me gustaría escuchar a los ‘chalecos amarillos’ decir que la manifestación ha sido secuestrada por grupos extremistas y que no pueden aceptarlo”, aformó en la televisión BFM. Además instó a abrir un diálogo. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, manifestó “una profunda indignación y una gran tristeza por la violencia en el corazón de París”. “Son actos inaceptables”, expuso Hidalgo en Twitter. “Nuestro país se enfrenta a una gran crisis. Solo se puede resolver a través del diálogo. Debemos encontrar esta manera tan pronto como sea posible”, agregó. Otros cargos públicos fueron más alarmistas, como la concejala del octavo distrito de París, Jeanne d’Hauteserre, quien denunció un “estado de insurrección”. “Nunca había visto algo así”, señaló.

La violencia de las manifestaciones llevó, incluso, a algunos representantes del movimiento a condenar dicho comportamiento. “¿Qué mensaje queremos transmitir los chalecos amarillos? ¿Que prendamos fuego a Francia o encontramos soluciones? Esta violencia es absurda”, declaró Jacline Mouraud, activista dentro del movimiento.