Un detenido en la operación relacionada con el atentado

Las pruebas de ADN revelan que el segundo terrorista que se inmoló el martes es Najim Laachraoui

24 mar 2016 / 09:20 H.

La persona detenida este miércoles por las autoridades belgas en Anderlecht, en la región metropolitana de Bruselas, no es Najim Laachraoui, identificado como el terrorista fugado tras las explosiones en el aeropuerto de Zaventem, según aclararon varios medios. De hecho, con posterioridad las pruebas de ADN realizadas revelaron que se trata de él.

El periódico “La Dernière Heure”, que informó inicialmente de este arresto, aclaró en una noticia posterior que el hombre detenido no es Laachraoui. Fuentes policiales citadas por la cadena pública RTBF también descartaron esta posibilidad, si bien el sospechoso habría sido detenido durante una operación relacionada con los atentados del martes.

Las autoridades buscaban a Laachraoui, de 25 años, desde hace varios meses, pero no fue hasta el lunes 21 de marzo cuando la Policía emitió una alerta con su verdadera identidad.

Según la Fiscalía, su ADN fue hallado en viviendas utilizadas por los terroristas de París. Además, habría viajado a Hungría en septiembre del pasado 2015 con uno de los autores de la masacre del 13-N, Salah Abdeslam, detenido en Bruselas el 18 de marzo, y con Mohamed Belkaid, abatido el día 15 durante el tiroteo de Forest.

Las investigaciones también le sitúan en Siria. Según medios belgas, Laachraoui es el “artificiero” de la red, puesto que sus huellas se habrían encontrado tanto en los cinturones de París como en el piso franco en el que se hallaron explosivos en Bruselas.

Las pruebas de ADN realizadas al segundo terrorista que se inmoló el martes en el aeropuerto de Bruselas revelaron que se trata de Najim Laachraoui, cuyas huellas se hallaron en varios cinturones explosivos de los atentados del 13-N en París y que se daba por huido, según fuentes policiales a distintos medios belgas. La Policía federal hizo pública su identidad y lanzó una alerta de búsqueda el pasado lunes, apelando a la colaboración ciudadana para su localización. Desde marzo de 2014 pesaba sobre él una orden de búsqueda internacional.

cámaras. Laachraoui aparece en una imagen difundida por las autoridades el martes y que capta a tres sospechosos en el aeropuerto de Zaventem. Los otros dos hombres han sido identificados como los hermanos Jalid y Ibrahim Bakraui. La cadena RTBF ha informado de que los hermanos estaban fichados por los servicios de seguridad, si bien no por vínculos con el terrorismo. El mayor, Ibrahim, de 30 años, participó en un tiroteo contra la Policía en 2010, mientras que al año siguiente Jalid fue condenado por robo, informa el periódico “Dernière Heure”. Además, Jalid, había alquilado con una identidad falsa una habitación en la calle Dries de Forest, escenario de un tiroteo con la Policía el 15 de marzo. Y según varios medios, son los dos sospechosos que la Policía buscaba desde el asalto a Forest. Jalid habría detonado el artefacto que estalló en la estación de metro, mientras que Ibrahim se habría inmolado en el aeropuerto de la capital europea.

El testimonio del taxista, fundamental
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El alcalde de Zaventem, Francis Vermeiren, aseguró que los tres terroristas que perpetraron los atentados de Bruselas llegaron al aeropuerto en un taxi y que portaban equipaje: “Pusieron las bombas en sus maletas”. Según la versión del alcalde, que no ha sido confirmada hasta el cierre de esta edición por otras fuentes oficiales, el sospechoso que se dio a la fuga también llevaba un explosivo en su maleta, pero “entró en pánico” y no la hizo explotar.

Precisamente el tercer terrorista que participó en el atentado en el aeropuerto de Bruselas dejó en la terminal de salidas la “carga explosiva más importante” antes de abandonar el lugar, pero no estalló hasta horas más tarde, cuando ya se encontraban los artificieros en el lugar, según informó, por su parte, la Fiscalía federal. “Dejó un gran bolso y se fue antes de las explosiones. Esa maleta es la que contenía la carga explosiva más importante. Poco después de que llegaran los servicios artificieros hasta el lugar de los hechos, ese bolso explotó debido a su gran inestabilidad, pero nadie resultó herido”, explicó en una comparecencia ante la prensa el Fiscal general, Frédéric Van Leeuw.

Fue precisamente el testimonio del taxista lo que condujo a la Policía hasta el apartamento, que se encuentra ubicado en el barrio de Scharbeek, en el que se encontró horas después de los atentados un artefacto explosivo con clavos en su interior, productos químicos y una bandera perteneciente al grupo terrorista Estado Islámico. Muestras evidentes de que era el lugar en el que habían trabajado los explosivos que detonaron en los dos atentados.

El conductor del taxi sospechó de los pasajeros que había trasladado hasta el aeropuerto al conocer lo ocurrido más tarde y acudió a la Policía para aportar su declaración, según revelaron fuentes de la investigación a RTL.

Allí, explicó que recogió a los hombres en Scharbeek, que llevaban demasiado equipaje y se negó a transportarlo todo en su taxi y que, una vez en el aeropuerto, los hombres le impidieron descargar las maletas.

Las fuerzas de seguridad buscan otros dos vehículos sospechosos que llegaron al aeropuerto al mismo tiempo que el taxi, un Audi de color negro y un Renault Clio.