La cumbre de París acuerda medidas contra el calentamiento

Propuesta de convenio jurídicamente vinculante, con objetivos revisables, para bajar la temperatura dos grados

13 dic 2015 / 15:21 H.

El texto final de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, celebrada en París, propuso un acuerdo jurídicamente vinculante, ambicioso pero realista, con objetivos revisables cada cinco años y un objetivo de limitar el calentamiento del planeta a dos grados centígrados sin renunciar a conseguir que esta cifra sea de uno y medio, según anunció el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius.

El dirigente calificó de “histórico” el acuerdo que debe ser votado por 196 países asistentes al plenario porque este, a su juicio,“ el momento de la verdad”. “Ustedes decidirán un acuerdo histórico. El mundo contiene la respiración y cuenta con todos nosotros”, sentenció Laurent Fabius.

De este modo, anunció que la propuesta de acuerdo es “jurídicamente vinculante”, reconoce el concepto de justicia climática y tiene en cuenta las distintas capacidades nacionales en función de las circunstancias de cada parte y que sus objetivos serán revisables cada cinco años para aumentar la ambición gradualmente.

Así, subrayó que los puntos decisivos incluyen que las partes se comprometen a “contener” el aumento de la temperatura media por debajo de dos grados centígrados y “a forzarse” a llegar a los uno y medio, lo que “permitiría reducir los riesgos del cambio climático”. Añadió que fija un “objetivo ambicioso pero necesario” que será revisable cada cinco años para que las contribuciones nacionales sean mayores. Fabius valoró que también reserva un lugar cada vez más destacado a la adaptación sobre todo para los países más vulnerables y para ello, incluye movilizar una contribución mundial de cien mil millones de dólares anuales de aquí a 2020 y que en el año 2025 se fijarán nuevos objetivos.

En definitiva, el ministro francés estima que si las partes aceptan la propuesta “en el final del camino”, se reforzará la confianza mutua entre las partes adaptándose a las posibilidades de cada uno. “Si se adopta será un paso histórico y esta COP21 también, para las partes, para las organizaciones interguberamentales , para todos”, concretó el responsable.

El ministro agradeció los esfuerzos de los países, de los negociadores, de sus delegaciones durante la cumbre y los meses y años anteriores y valoró que “cada una de las partes” haya hecho valer sus propuestas y que estas hayan sido respetadas. Sin embargo, ha admitido que con este acuerdo los países no consiguen todo lo que querían de forma individual pero les recordó que si cada uno mantenía el conjunto sus peticiones planteadas al principio “la colectividad no habría conseguido nada”.

“Se trata de demostrar al mundo que nuestro esfuerzo colectivo suma más que la suma de voluntades particulares. Ha llegado el momento de centrarse, no en las líneas rojas, sino en las líneas verdes. La respuesta [al cambio climático] es claramente este texto que hemos creado juntos; el nuestro”, insistió. A su juicio, el acuerdo que salga de la capital francesa permitirá a los estados insulares defenderse del cambio climático que ya les está sumergiendo; que los países africanos puedan avanzar en su desarrollo tecnológico; que Latinoamérica pueda proteger sus bosques e incluso que los países productores de combustibles fósiles a quienes el acuerdo les acompañará en la diversificación de su economía y a avanzar en materia de salud pública.