Kamala Harris o cómo romper barreras siendo mujer negra

El nuevo gabinete del presidente Joe Biden estará compuesto por una cifra récord de mujeres

19 ene 2021 / 09:43 H.
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Lo logramos, Joe”, dijo la vicepresidenta electa de Estados Unidos, Kamala Harris, cuando los medios proyectaron la victoria demócrata en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Y, aunque Joe Biden lo había logrado, el triunfo de su compañera de fórmula tampoco es desdeñable, sino que se trata de un hito más que sumar a la lista de barreras que ha superado. La carrera política de Harris, de 56 años, está plagada de logros trascendentales. Hija de inmigrantes de Jamaica e India, ha sido fiscal de distrito de San Francisco, la primera mujer negra fiscal general de California y, en 2017, se convirtió en la segunda senadora negra de Estados Unidos.

De ahí, y como la primera vicepresidenta de la nación norteamericana —también la primera persona de raza negra en conseguir tal distinción—, se convertirá en la mujer que ocupa el cargo de mayor rango en la historia de Estados Unidos, un logro que hasta ahora ostentaba la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Aunque el cargo de vicepresidente se suele menospreciar por ‘segundón’, asumiendo que es básicamente testimonial, Harris tendrá poder para, por ejemplo, decantar la balanza a favor del Partido Demócrata en el Senado, empatado en número de miembros republicanos y demócratas, gracias a su voto de calidad.

Como mujer no blanca en un entorno predominantemente blanco, su histórico triunfo representa a millones de mujeres con frecuencia pasadas por alto, históricamente subrepresentadas y sistemáticamente ignoradas. Por primera vez en los más de 200 años de historia del país, este perfil se convierte en receptor de este nuevo poder que encarna Harris.

“Que esté aquí esta noche es un testimonio de la dedicación de generaciones antes que yo”, recordó Harris durante el discurso de aceptación de su candidatura en la Convención Nacional Demócrata en agosto. Para las mujeres, en general, su presencia puede marcar la diferencia, ya que una de las razones que influyen en su baja participación en política es, precisamente, la falta de modelos. El trabajo de Harris puede, así, aliviar la brecha de género en política.

“Siento que las chicas negras como yo pueden postularse para delegada de la clase, las mujeres negras como yo pueden ir a por cosas grandes en la vida como hizo ella”, dijo Paris Bond, una niña de 14 años, a la cadena de televisión CNN en agosto.

“Nadie puede negar el poder de ver a alguien que comparte una identidad, como su género o su raza, que son tan importantes en la sociedad estadounidense, ciertamente, en una posición de poder”, resume la directora de la Iniciativa de Género de la Escuela de Negocios de Harvard, Colleen Ammerman, según recoge la revista “Forbes”. Durante su carrera hacia la Casa Blanca, nunca ha evitado mencionar los problemas a los que se ha enfrentado mientras intentaba abrirse camino en política, subrayando que las personas siempre han intentado encajonarla. “Yo no escuchaba. Y ganamos”, incide. La misma vicepresidenta electa ha hecho alusión a las barreras que ha roto durante su vida en actos electorales. Quizá, lo que mejor define su camino es la frase que su madre, Shyamala, solía decirle: “Puede que seas la primera en hacer muchas cosas, pero asegúrate de no ser la última”.

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