Cadena perpetua para los furtivos del rinoceronte blanco del norte

    01 abr 2018 / 12:04 H.

    La muerte del último rinoceronte blanco del norte masculino lleva al Gobierno de Kenia a pedir la cadena perpetua para los culpables de posesión de marfil, la misma pena que se aplica ahora mismo a los traficantes. “El marfil pertenece a los elefantes y a los rinocerontes”, ha manifestado el ministro de Turismo de Kenia, Najib Balala, durante el memorial celebrado en la Protectora de Ol Pejeta en recuerdo de Sudán, el espécimen de cuarenta y cinco años muerto hace días.

    A Sudán le sobreviven las dos últimas hembras de su especie, su hija de veintisiete años, Najin, y su nieta, Fatu, de diecisiete. La única esperanza para preservar su especie es a través de la fertilización “in vitro”, mediante sus huevos y el semen almacenado, según Ol Pejeta. Miles de rinocerontes blancos del sur aún deambulan por el África subsahariana, pero décadas de caza furtiva han reducido drásticamente su censo.