Aumentan a
15 los fallecidos en las protestas del país chileno

En la capital de Santiago se suman 11 muertos más tras la subida del precio del metro que originó las revueltas

23 oct 2019 / 08:52 H.

El Gobierno chileno confirmó ayer que fallecieron 15 personas en el marco de las últimas manifestaciones, once de ellas en la región metropolitana de Santiago de Chile. Las autoridades siguen trabajando para “dar tranquilidad” en las ciudades donde se produjeron los disturbios de los últimos días.

El anuncio de una subida en las tarifas del metro de la capital desencadenó el fin de semana unas protestas que obligaron incluso a decretar el toque de queda en Santiago y sus alrededores. Pese a la rectificación del Gobierno y la congelación del precio del transporte, las movilizaciones continuaron. El viceministro del Interior, Rodrigo Ubilla, elevó a 15 los fallecidos, “todos ellos asociados a quemas y saqueos, principalmente en el comercio”, en el marco de unos “hechos graves de violencia” que las autoridades consideran en remisión. Así, confirmaron una “disminución significativa” de los altercados, que en la región metropolitana los incidentes violentos disminuyeron en Santiago, salvo “daños menores que producen los delincuentes de siempre”. En total, más de 900 personas fueron detenidas por su presunta participación. Mientras tanto, lo partidos opositores se niegan a acudir a la reunión con Piñera para pactar una solución a la crisis política que se inició hace unos días.

Algunos de los principales partidos de la oposición chilena anunciaron ayer que no acudirán al diálogo convocado por el presidente, Sebastián Piñera, para avanzar hacia un “acuerdo social” que permita poner fin a las protestas que comenzaron la semana pasada por la subida del precio del billete de metro. Piñera convocó a última hora del lunes a los partidos opositores para una reunión en La Moneda, prevista en las próximas horas, con el propósito de pactar una solución a la crisis política que se desató en apenas unos días.

Sin embargo, algunos partidos se negaron a participar. “Nosotros creemos que el diálogo es indispensable y urgente, pero debe ser un diálogo abierto y nosotros creemos que el llamado del Presidente no cumple esas condiciones", dijo el jefe del grupo parlamentario socialista Manuel Monsalve.

El dirigente socialista en nombre de su grupo político y del electorado que representa, dijo rechazar la presencia militar en las calles, fruto del estado de emergencia declarado por Piñera para contener las protestas y, por otro, esgrimió que: “Chile no es solo los partidos de la posición, Chile también es el mundo social y no puede ser excluido de un pacto".

Piñera, por su parte, reconoció haber “hablado duro”, aunque defendió que lo hizo porque le indigna ver el daño y el dolor que esta violencia está provocando en su país, según informó el diario local chileno, “La Tercera”.