Al menos 41 muertos en Estambul

Entre los fallecidos en el atentado hay 10 extranjeros y 3 con doble nacionalidad

30 jun 2016 / 10:00 H.

Al menos 41 personas fallecieron y más de 200 resultaron heridas como consecuencia del atentado perpetrado el martes por la noche por varios terroristas suicidas en la terminal internacional del aeropuerto Atatürk de Estambul, según el último balance ofrecido hasta el cierre de esta edición desde la Oficina del gobernador de esta ciudad turca difundido por el diario “Hurriyet”.

Entre los fallecidos figuran diez extranjeros y tres personas con doble nacionalidad. Un responsable gubernamental turco citado por Reuters contó que en el ataque murieron un ciudadano chino, un jordano, un tunecino, un uzbeko, un ucraniano, un iraní, cinco saudíes y dos iraquíes.

El número de heridos se eleva a 239 personas, de los que 109 ya fueron dados de alta. Según las primeras investigaciones, los tres terroristas suicidas llegaron al aeropuerto en taxi y abrieron fuego en el interior de la terminal internacional antes de hacer estallar la carga explosiva que llevaban.

Las autoridades turcas trabajan principalmente con la hipótesis de que el atentado fue responsabilidad de Estado Islámico, aunque, por el momento, no ha habido ningún tipo de reivindicación por parte del grupo terrorista que lidera Abú Bakr al Baghdadi.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo una condena del atentado y aseguró que su país continuará combatiendo el terrorismo “cueste lo que cueste” hasta conseguir su “final”. Además, hizo un llamamiento a todos los países para que luchen juntos contra los terroristas.

Ningún grupo terrorista ha reivindicado, por el momento, la autoría de los ataques, pero las autoridades turcas sospechan de que el autodenominado Estado Islámico podría estar detrás de ellos.

El gobernador de Estambul, Vasip Sahin, confirmó que fueron tres los suicidas que realizaron los ataques en Ataturk, el mayor aeródromo de la ciudad turca.

El ministro de Justicia, Bekir Bozdag, explicó que al menos uno de ellos abrió fuego con un fusil Kalashnikov antes de detonar los explosivos, según apunta el diario “Hurriyet”. Por su parte, un testigo indicó a la cadena CNN Türk que había escuchado disparos desde el aparcamiento del aeropuerto. Numerosas ambulancias tuvieron que desplegarse en la zona, e incluso varios taxis se encargaron del transporte de heridos a los hospitales y centros sanitarios. Mientras, el primer ministro turco ordenó un gabinete de crisis en torno al incidente.

El responsable de Media Luna Roja, Kerem Kinik, aseguró que, por el momento, no hace falta que se realice ningún tipo de donación de sangre en los hospitales, por lo que solicitó a la población que evite generar tráfico en los alrededores de los centros médicos. Sin embargo, si quisieran hacerlo, les recomendó que se acerquen a cualquier centro de donación sanguínea móvil de los que se encuentran en la ciudad.

El acceso al aeropuerto Ataturk quedó bloqueado y también se anunciaron desvíos y cancelaciones en los vuelos, si bien las aerolíneas no han determinad, hasta el momento, el alcance de estas suspensiones ni hasta cuándo podrían extenderse.

Un portavoz de Turkish Airlines aclaró que los aviones podrían seguir aterrizando hasta las 00:10 (una hora menos en la España peninsular), mientras que lo que sí se cancelaron fueron todos los despegues previstos para la noche, según informó la agencia de noticias Reuters.

El segundo aeropuerto de Estambul, el de Sabiha Gokcen, ya fue atacado en diciembre de 2015, en un atentado en el que perdió la vida una mujer que forma parte del personal de mantenimiento y que fue reivindicado por el grupo armado Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK).

No es la primera vez que ocurre un hecho similar en el país y, de hecho, Estambul también fue el escenario, este año, de varios atentados. Entre ellos, dos cometidos por terroristas suicidas en diferentes zonas turísticas y de los que las autoridades culparon al grupo yihadista Estado Islámico. En Ankara se realizaron dos ataques con coche bomba reivindicados por milicianos kurdos.