Al menos 290 fallecidos en Turquía
Las autoridades confirman el arresto de 6.000 militares en todo el país por participar en el golpe de Estado fallido
Las autoridades turcas han informado de que, hasta el momento, hay 290 muertos y 1.440 heridos por el golpe de Estado fallido iniciado el viernes por parte del Ejército turco. Además, las autoridades han confirmado la detención de unos 6.000 militares en el país por su participación en la asonada, según datos del Ministerio del Interior turco. Además han sido suspendidos varios exmilitares. Por su parte, el primer ministro turco, Binali Yildirim, ha certificado “al cien por cien” la derrota del golpe de Estado y ha advertido de que realizarán una rápida “operación de limpieza” contra los golpistas. “Nuestro trabajo aún no ha terminado”, ha manifestado, en referencia a la “operación de limpieza” contra las fuerzas que apoyaron la sublevación. Por ello ha reivindicado el papel de “vigilantes de la democracia” que deben ejercer los ciudadanos.
Turquía vivió el sábado de madrugada las horas más tensas de su historia reciente con la declaración, en torno a las 21:30 del viernes, de un fallido golpe de Estado ejecutado por un grupo de militares contra el Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, que responsabilizó del acto a su némesis, el clérigo residente en Estados Unidos Fetulá Gulén. Nadie, sin embargo, asumió por el momento la responsabilidad que dejó escenas de guerra en Estambul y Ankara, puntos calientes de la fallida asonada.
La comunidad internacional mantuvo un incómodo silencio antes de proporcionar, con el presidente estadounidense, Barack Obama, a la cabeza su apoyo al “Gobierno democráticamente elegido” de Turquía tras la primera comparecencia de Erdogan, siete horas después de que se escucharan los primeros disparos en las calles de ambas ciudades. La declaración de Obama fue acompañada con la repulsa conjunta emitida por los principales partidos de oposición turcos, incluido el prokurdo Partido Democrático de los Pueblos, acusado por el presidente turco de participar en la guerra que Turquía libra contra las milicias del Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
La facción rebelde estaba formada por más de un centenar de militares, equipados con tanques e incluso un helicóptero de combate que provocaron el pánico entre la población antes de que el presidente turco lanzara —desde una llamada por teléfono móvil— una súplica a la rebelión callejera contra los sublevados. La llamada de Erdogan, unida al respaldo internacional y el apoyo político interno, reactivó a una población que se daba por convencida del triunfo del golpe en torno a las 23:05 horas, cuando los golpistas tomaron la sede de la cadena estatal TRT, declararon la ley marcial, ratificaron su falsa victoria y anunciaron incluso la apertura de un nuevo proceso constituyente.
Sin embargo, el golpe no cayó en silencio. A lo largo de la noche se registraron fuertes enfrentamientos en el Parlamento de Ankara —rodeado por tanques sublevados que han abierto fuego, causando graves daños al edificio—, así como en las inmediaciones del aeropuerto de Ataturk y, en lo que parece ser hasta el momento el ataque más sangriento de la noche, contra la sede de las fuerzas especiales en el barrio de Gulbasi, Ankara, donde los golpistas mataron a 17 policías. Los otros 2 fallecidos podrían tratarse nada menos que del jefe de campaña de Erdogan y de su hijo de 17 años, aunque sus identidades no pudieron ser verificadas. El cierre de los puentes del Bósforo y de Fatih Sultan en torno a las 21:30 horas apuntaban lo que comenzaría media hora después. Los residentes de Ankara y Estambul atestiguaron el vuelo a ras de los tejados de aviones y helicópteros de combate y el sonido de varios disparos. El Gobierno turco confirmó el golpe de Estado en torno a las 22:00 horas a través del primer ministro, Binali Yildirim.
La canciller alemana, Angela Merkel, condenó el intento de golpe de Estado y pidió el fin del derramamiento de sangre. Además, Merkel aseguró que Alemania apoya a quienes defienden la democracia y el Estado de derecho. “Es trágico que haya muerto tanta gente en este intento de golpe de Estado. El derramamiento de sangre en Turquía debe terminar ya”, afirmó en declaraciones a la prensa desde Berlín. Defendió que el pueblo turco tiene derecho a elegir a sus dirigentes políticos en unas elecciones libres.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, trasladó a Turquía el apoyo de España al orden democrático en el país. “España apoya el orden constitucional democrático en Turquía, país amigo y aliado”, escribió el presidente en su cuenta oficial de la red social Twitter. El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación también emitió un comunicado en el que expresa la “condena sin reservas” en el intento de golpe de estado en Turquía, país que calificó como “gran amigo y aliado clave”.
Un grupo de 44 andaluces pertenecientes a la Asociación de Empleados de la Fundación Unicaja de Almería, entre los que figuran trabajadores, jubilados, familiares y amigos, se vieron afectados por el intento de golpe de estado que se registró en Turquía cuando se encontraban en el aeropuerto de Estambul en el marco de un viaje “lúdico” a Japón para lo que tuvieron que hacer escala en la ciudad turca. Según informó a Europa Press desde Turquía el presidente de la Asociación de Empleados de Unicaja de Almería, José García Barroso, todos los integrantes del grupo, en su mayoría de Almería, si bien hay otros seis de Málaga y tres de Jaén, están “en buen estado de salud”. Así, señaló que suelen hacer este tipo de actividades lúdicas “por cuenta propia, que nada tienen que ver con la entidad bancaria de Unicaja”. En esta línea, explicó que el viernes por la noche en el aeropuerto turco fue “un auténtico desastre”. “Nos hemos visto abandonados por la compañía y hemos pasado mucho miedo”, afirmó.
Por otro lado, en Turquía también estaba la delegación andaluza desplazada a Estambul con motivo de la sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco que declaró el viernes los Dólmenes de Antequera (Málaga) como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Confía en poder regresar hoy a Málaga en un vuelo que debería salir desde la ciudad turca a las 12:10 horas (una hora menos en España). Así lo apuntó a Europa Press el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, miembro integrante de la delegación junto a otros como la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, o el alcalde de Antequera, Manuel Barón, que, junto a cargos y técnicos suman unas 20 personas, y que se vieron sorprendidos en el país turco por el intento de golpe de estado registrado el viernes por la noche.