YOLANDA GARCÍA DELGADO: “No hay que ningunear a los niños como críticos de arte”

Juana Valdivia Ortiz
Comenzó como profesora de escultura en la Escuela Taller pero, en un momento determinado, dio el salto a la Educación Infantil y se dedicó a diseñar materiales como recurso educativo personalizado.

    22 mar 2009 / 11:22 H.

    Pasó de la piedra a los lápices de colores. Su principal apuesta es hacer del arte algo familiar y cotidiano para los más pequeños.
    —¿Qué función desempeña el  material didáctico que diseña?
    —Se acerca al interés de los alumnos, los motiva. Los niños están acostumbrados a la imagen gracias a la televisión o a los libros de texto que, en Infantil, son muy llamativos, pero les sigue llamando la atención el material elaborado para algo concreto. Por ejemplo, si les muestras un libro de Jaén, seguro que le es atractivo, pero si elaboran uno ellos mismos en clase, con fotos o dibujos del monumento que más les gusta, por ejemplo, fomentan facetas como la creatividad, la psicomotricidad, el aprendizaje cooperativo, áreas instrumentales como la lectoescritura,  etcétera. De este modo, el  aprendizaje está más contextualizado y permite la permeabilidad entre la escuela y el entorno de los pequeños.
    —¿Qué tipo de material realiza?
    —Para ambientación de proyectos, material alfabetizador para todos los espacios del centro educativo, que dice mucho del “qué se quiere enseñar”. Por ejemplo, para el proyecto “Escuela Espacio de Paz”  realizamos carteles alusivos que están siempre presentes en el colegio. Cuando recibes un mensaje a lo largo de toda tu vida escolar, definitivamente “cala”, igual que un anuncio publicitario. Si hoy nos basamos en la imagen, la vamos a introducir en el colegio y  a utilizarla en beneficio de lo que queremos conseguir. También diseño material que elaboran los propios niños para trabajar en clase, pero con formatos novedosos para que sean más llamativos. En festividades, días especiales y celebraciones ponemos en valor los materiales reciclables para fomentar hábitos, valores y actitudes respetuosas con el Medio Ambiente. En cuanto al material didáctico propiamente dicho, acerca la materia objeto del aprendizaje a las características del alumno. Por ejemplo, en vez de una banda numérica tradicional realizamos una con cajas de CD, que tiene movilidad, varía su posición espacial, texturas novedosas... Si ellos ayudan a fabricarlo, es más estimulante.
    —¿Se trata de materiales personalizados?
    —Exactamente, dependiendo del aula y de las características de los alumnos se elabora un material u otro. Intento dar ideas y una visión global de todo lo que se puede crear con el mismo fin para que el maestro pueda elegir la opción que mejor le parezca. En otras ocasiones, plantean el objetivo y solicitan un material concreto.
    —Además de la realización de materiales, ¿Que utilidad les da?
    —Trabajo en una academia especializada en oposiciones de Educación y realizo materiales de ambientación y específicos para que sirvan de ejemplo y orientación a los opositores, principalmente a las especialidades de Infantil y Primaria. Ofrezco diversas alternativas para trabajar un mismo concepto pero que sirva para adaptarse a las características de los niños. Aunque en el mercado hay muchas herramientas didácticas, en muchas ocasiones los maestros han de crear el suyo propio. Es bueno que los futuros maestros conozcan técnicas que parecen haber quedado en el olvido, como pintar con tizas o pastel, las acuarelas o los lápices de colores, que han sido sustituidos por las ceras duras y la pintura de dedos. Son técnicas muy vistosas y fomentan la creatividad y el interés de los niños, y hacen que se desarrolle su inteligencia. Cuando a los alumnos se les desarrolla el sentido artístico y trabajan con las mezclas de colores son más activos y dinámicos en el resto de actividades. La plástica desenvuelve la inteligencia, pues sirve para aprender ritmos y pautas. La creatividad fomenta el “pensamiento divergente” que les permite alcanzar soluciones diferentes, desarrollar la personalidad y facilita la individualización.
    —¿Qué importancia tiene la creatividad en la escuela?
    —El colegio tiende a homogeneizar al alumnado bajo una misma perspectiva, por eso es positivo atender a la diversidad a través de la plástica o la creatividad. Permite al niño exteriorizar sus sentimientos y emociones, su visión del mundo y, sobre todo, divertirse, porque también es importante el aprendizaje lúdico. Cuando los niños ven que en el colegio hay murales fabricados con bolsas de basura, CD reutilizados, trozos de botellas de plástico, cartón, cartulina y papel celofán y pinocho ven la posibilidad de utilizar un montón de materiales y lo transfieren a sus producciones. Si se tiene una visión más abierta del mundo es más fácil ser feliz.
    —¿Desarrolla su faceta artística fuera de la escuela?
    — Sí, pero no tengo demasiado tiempo. Tengo previsto retomar las exposiciones en dos años porque siento la necesidad de realizar algún trabajo creativo fuera del ámbito escolar, aunque me satisface como pulsión creativa la ilustración infantil o la ambientación de colegio. El trabajo para niños es muy importante. No es un público menor, es un público amplio, necesitado de cosas nuevas, agradecido y con un buen ojo crítico. No hay que ningunearlos como público. El arte plástico es un código igual que la lectura y la escritura. Si aprende a identificar la obra de arte desde pequeño, sabrá leerla de mayor.
    —¿Cómo fomenta su creatividad?
    —Siempre he tenido a mi disposición un montón de herramientas. A mi padre la ha gustado dibujar y siempre he tenido a mano acuarelas líquidas, secas, ceras, tizas, jugaba a los recortables... Mi padre se ponía conmigo a pintar o a dibujar a plumilla. Siempre ha sido muy habilidoso con las manualidades. Recuerdo especialmente unos Reyes en los que me regalaron una muñeca y, con la caja, le hicimos un sillón. Siempre encontrábamos una utilidad para reciclar materiales o realizar algún juego.
    —¿Realizamos la técnica de Alex Osborn de “Brainstorming” para desarrollar la idea de un material didáctico?
    —Vale, (inmediato). Por ejemplo, un mural sobre la utilización del agua como recurso natural necesario. Comenzamos con el mural típico de cartulina con el esquema mental. Pienso “¿cómo puedo transmitir la idea de otra manera?”, Los murales que se hacían antes eran fotos con flechas y texto. Ahora quiero que una sola imagen refleje lo que quiero decir. 
    —¿Cómo podemos modificarlo?
    —Si normalmente se hace en un espacio pequeño, como una cartulina, ahora utilizaremos la pared de la subida de las escaleras, la barandilla o alrededor de la ventana. Pensamos en el lugar más visible: el patio del recreo. Podemos ponerlo en las columnas, como si fueran fuentes donde la gente va a coger agua.
    —¿Como conseguir que el mural abarque todo el colegio?
    —Utilizando un elemento de cohesión como las columnas o los quicios de las puertas, con muñequitos recordatorios que, por ejemplo, pregunten: ¿Te olvidaste de cerrar el grifo?