Yago Lamela en el deporte

La psicología y la psiquiatría pienso que van despacio respecto a las reacciones de la mente humana en los casos de: depresión, autoestima baja y comportamientos introvertidos; y esto puede dar lugar a que algunos casos, como pudiera ser éste, se le escapen de las manos, tanto a los expertos como a las personas que conviven con él hipotético enfermo. De todas formas parece ser que en el caso de Yago Lamela el comité olímpico si se ofreció para ayudarle y él la rechazó. ¿Por qué Yago no aceptaría esa ayuda? Son esas incógnitas de la vida que a posteriori no se entienden. Subir muy alto, en un momento, alcanzar la fama, y después bajar de golpe es tremendo y no todo el mundo lo sobrelleva bien. Estos deportes en los que uno tiene que prepararse años y años y de forma sacrificada, dejando a la vez muchas cosas para conseguir un éxito en un instante, o por el contrario para no conseguir nada, esto es psicológicamente arriesgado y hay que estar muy preparado. Existen muchos casos de personas que fueron famosos en su infancia o en su juventud y después pasaron al anonimato y tuvieron que enfrentarse a una vida totalmente distinta a la que habían llevado. Y esta adaptación al no ser fácil hizo que llevaran una vida complicada, pues después del éxito en la infancia o en la juventud no supieron adaptarse de nuevo a la cotidianidad con sus rutinas y con sus soledades. Hay que, si se puede, alcanzar una marca, un reto, una conquista; pero lo que más interesa es el récord de conseguir una vida equilibrada y en paz; y más importante aún es conseguir que Dios sea nuestro creador, nuestro referente, nuestro amigo. Y que Dios siempre esté contento con nosotros; con nuestros éxitos y con nuestros fracasos. “Dios nos quiere”, nos quiere con récord o con marcas mediocres. 

 

    13 may 2014 / 22:00 H.