"Y me tiré al suelo y rompí a llorar"

Juanma Gutiérrez relata su experiencia en el Ultraman de Gales. Tres días que sirvieron para marcar su vida por la dureza del Ultramán de Gales y las sensaciones que experimentó en los más de 500 kilómetros que recorrió a nado, en bicicleta y en ruta. El quinto puesto que alcanzó Juanma Gutiérrez fue un éxito sin precedentes en una prueba de superación en todos los sentidos.

1El comienzo de una gran aventura

“A las cuatro de la mañana suena el despertador. Me levanto y me dispongo a desayunar cuando todo el mundo está dormido. Quedaban aún tres horas para comenzar el Ultraman de Gales con la prueba de natación. El termómetro marca cuatro grados. No le digo nada a mi equipo, cierro los ojos y descanso en el viaje hasta Bala. La niebla nos recibe y lo primero que hago es enfundarme el traje de neopreno. Unos minutos antes de la salida y, cogidos de las manos, nos hacen formar un gran círculo a los participantes. El director de la prueba está justo en medio y se dispone a decir unas palabras sobre la esencia y el significado del reto ultramán. Silencio, nervios, emoción…es lo que se respira en esos instantes”.

2una cuchilla y un obstáculo
“Me meto en esas gélidas aguas y empiezo a nadar. El agua parece cuchillas que cortan mis manos, pies y cara. Subo el ritmo para entrar lo antes posible en calor y empezar a olvidarme del frío. Cuando llevamos 4 o 5 kilómetros empieza a llover y la situación se pone fea, porque las corrientes son más fuertes. Es un momento duro y mi cabeza me empieza a mandar. Tras tres horas y media salí del agua un poco aturdido, pero con la satisfacción de superar el primer reto”.

3Un recorrido sin referencias
“Cualquier error de navegación hace que hagas kilómetros de más en la bicicleta de montaña. Fue una dificultad añadida en el recorrido de 275 kilómetros. Te tienes que orientar con un road book con el que tu equipo te guía desde el coche. Decidí tirar ya que las piernas me respondieron y unos seis participantes nos escapamos. Termine cuarto el segmento y me coloqué sexto en la general”.

4Un maratón, como perfecto epílogo
“Último día, último esfuerzo para superar el ultramán ya con las piernas bastante tocadas. El colofón, 84 kilómetros de carrera a pie. Salimos en grupo, pero lo que pensé que iba a ser un día tranquilo cambió nada más dar las primeras zancadas. Las risas dan paso a respiraciones agitadas y, de nuevo, en los primeros kilómetros, y coincidiendo con una subida, se volvió a romper la carrera con un ritmo infernal. Nos escapamos un grupo de siete deportistas y el ritmo es alto para todo lo que llevan nuestras cansadas piernas, pero toca sufrir y mantenerse en ese grupo. De lo contrario, el esfuerzo de las jornadas anteriores no valdría para nada”.
5HERIDAS EN LOS ÚLTIMOS KILÓMETROS
“La soledad es mi compañera de viaje. No veo a nadie por delante ni por detrás y empiezo a notar algo en mi pie derecho. Me paro, me quito la zapatilla y lo que pensaba que era una piedra era una uña que se estaba despidiendo y las heridas marcan mis dedos. Me cubro el dedo con esparadrapo y a seguir corriendo. Hoy nada me va a detener, es mi sueño y lo voy a conseguir. Cuando queda media maratón me encuentro a un representante noruego y compartimos unos kilómetros juntos, pero en un tramo bastante ondulado se queda atrás y saco fuerzas de flaqueza”.

6RETO LOGRADO y lágrimas de emoción
“Son los últimos kilómetros y miles de imágenes invaden mi cabeza: la familia, los amigos, todo el sacrificio diario que me ha costado, tantas horas de entrenamiento…puedo asegurar que da tiempo para pensar en muchísimas cosas. Mi mujer y mis hijos me hacen emocionarme y afrontar los últimos instantes pensando solo en ellos. Ocho horas y casi 90 kilómetros después cojo la cinta que espera en meta y puedo festejar reto superado. No me da vergüenza decirlo, pero justo al cruzar esa línea la felicidad y la emoción hacen que me tire al suelo y me ponga a llorar como un niño pequeño. Doy las gracias a mi equipo, ya que sin ellos no lo hubiera conseguido. Además en última jornada varios miembros de mi conjunto se pusieron a correr junto a mí para ayudarme en los momentos de debilidad. Fue otro momento culminante y mágico de la competición en Gales”.

25 sep 2014 / 09:48 H.