Y la historia se repite

Los políticos no aprenden, ni de errores propios o ajenos, ni de las voces, críticas y opiniones de quienes, cíclicamente, los ponen y los quitan de sus sillones. La historia se repite, una y otra vez, mientras el político se empeñe en ser, solo, político. Igual que ocurriera en su momento, con el politizado parque Felipe Arche de nuestra ciudad, flamantemente y recién inaugurado este por el PP, y, a continuación, inmediatamente cerrado, a cal y canto, por el PSOE, como primera medida a adoptar, en cuanto consiguió entrar en el Consistorio.

    27 jul 2011 / 10:42 H.

    Transcurridos cuatro años, la estrategia vuelve a ser la misma, pero cambiándose los papeles sus protagonistas. Esta vez, semejante argucia tendrá que soportarla el malparado tranvía. En realidad, el asunto a reventar, en cada caso, no es importante para sus respectivas intenciones. De lo que verdaderamente se trata, al fin y al cabo, es de desorientar, confundir, desmoralizar y, finalmente, enrabiar, al pobre ciudadano, auténtico sufridor de sus estudiadas artimañas, a la par que desprestigiar cualquier actuación anterior de quienes, con posterioridad, pasen a ocupar la oposición. Para ello, se valen, antes y ahora, de abundantes justificaciones, estudios e informes técnicos, avalados por declaraciones de titulares de empresas expertas, que donde antes decían digo, ahora se les ocurren decir diego. Absurda situación rocambolesca esta que, no obstante, pone en evidencia la similitud de la calidad del material con que se forman todos los dirigentes, a la vez que contribuye a educar al ciudadano en el arte de la incredulidad en la figura política.
    Manuela Ruiz es abogada