... Y, después de Navidad, a quitar los cuatro kilos de media cogidos

La festividad de los Reyes, prolongada con el fin de semana, ha hecho que los jiennenses comenzaran la noche del domingo o, ayer mismo a primera hora, a hacer sus buenos “propósitos de comienzo del año”. Los excesos del últimos mes —concentrados en el maratón gastronómico del día 24 de diciembre en adelante— suman a la báscula de la mayoría de los ciudadanos una media que oscila de tres a cinco kilos.
Así lo explica la jefa del área  de Nutrición del Hospital de Jaén, Carmen Arraiza, que pide a aquellos que quieran poner remedio a la situación que no se pongan en manos de “soluciones mágicas”. Para la especialista es necesario distinguir entre dos situaciones: la de aquellos que antes de la Navidad ya estaban pasados de peso y la de los que solo tratan de deshacerse de lo sumado en las últimas semanas.
En el caso de los primeros, recomienda acudir al médico de Atención Primaria que realizará los controles necesarios para conocer el estado de salud en general y prescribirá el tratamiento conveniente. Para los segundos, la receta es más sencilla. Se trata, en opinión de Arraiza, de “volver a la normalidad” y añadir algunas pautas como caminar un poco más, tomar cenas más ligeras integradas fundamentalmente de frutas y verduras y evitar los alimentos grasos, los fritos y las salsas durante un tiempo.
Para algunos, la prueba de fuego está en la temida báscula. Sin embargo, no es necesario ver subir el fiel de la balanza para tomar consciencia de algunos de los excesos cometidos durante la Navidad. Como ejemplo basta con centrar la atención en las bebidas alcohólicas consumidas. Un gra-mo de alcohol tiene siete calorías. Así, una copa de unos 150 centímetros cúbicos de vino tinto de 12 grados de alcohol por litro llega a sumar unas 147 calorías.
El problema es que no ha sido solo una copa de vino, o una cerveza o un combinado los consumidos en estos días. A ello hay que sumar las comidas con carnes grasas, los alimentos con hojaldre y otras masas o con salsas y los omnipresentes dulces típicos de las fechas. Con una sola de las pantagruélicas comidas de estos festivos se puede llegar a triplicar la cantidad de calorías que el organismo necesita en todo el día.