Voy a apagar la luz
Datos recientes: en España hay en torno a 200 banqueros que ganan más de un millón de euros al mes, sin contar los que no son banqueros. De esos que ganan menos de esa módica suma, y de los de tres cuartos de millón, medio millón o un cuarto de millón, ni hablamos, porque no podríamos contarlos. Cualquier ejecutivo de segunda fila —sin exagerar— gana cien o ciento cincuenta mil euros al mes así, sin despeinarse.
Sin embargo, el nivel adquisitivo del 90% de la sociedad, empezando por las clases medias, que son las que aspiraron durante décadas a convertir este país en una democracia basada en el Estado del Bienestar, ya sabemos cómo y cuánto ha bajado. Ahora bien, ¿a quién le interesa realmente ya la democracia o deja que una oligarquía controle hasta nuestro resuello? La táctica es sencilla: no hacen las cosas de golpe, sino poco a poco, como esta crisis, que ha sido un invento para ir recortando de aquí y de allá, volviéndonos cada vez más mansos, empobreciéndonos sin compasión ninguna. Así que a la gente de a pie, los de la calle, los que tenemos que echar cuentas para comprar un electrodoméstico, o cuando tenemos que arreglar la correa de la distribución del coche, solo nos queda inventarnos la vida, como en el bolero “Voy a apagar la luz”, cuando dice: “qué importa vivir de ilusiones / si así soy feliz”. Precisamente eso voy a hacer ahora mismo, apagarla, porque con las nuevas subidas en las tarifas —y no sé cuántas van en un par de años— esto se ha puesto verdaderamente serio.
Escritor
Juan Carlos Abril