Vivir para ver
Si hace sólo un año me hubiera encontrado esta fotografía, habría pensado que se trataba de un buen trabajo con Photoshop, ese programa informático que hace milagros y que permite que las arrugas desaparezcan, que se pueda poner y quitar un bigote e, incluso, perder esos michelines turroneros que la Navidad abandonó en nuestra silueta.
Por eso, ese mismo programita también habría valido para que Fernández de Moya apareciera en la sala de prensa del Ayuntamiento –bastión, hasta ahora, de sus críticos-, ni más ni menos que con Miguel Segovia a su vera verita –uno de los pilares de ese sector crítico- y con Miguel Ángel García Anguita a su diestra –lo que hacía aún más inverosímil la presencia del ex mano derecha de Sánchez de Alcázar-. A la foto sólo le falta la presencia del ex alcalde y de Inmaculada Solar haciendo los coros para completar el quinteto. Y aquí paz y después gloria. En fin, Pilarín. Y que nadie se lleve las manos a la cabeza, que esto ocurre en todos los partidos políticos y familias… El hijo pródigo, al final, siempre vuelve con su padre. El problema es saber quién es el padre…
La frase del día: “El paso del tiempo condena al olvido la memoria de un país”. Arthur Miller (1915-2005) Dramaturgo estadounidense