Violencia de género

Permisividad cero frente a la mal llamada 'violencia de género', es decir, hacia el 'bien llamado' maltrato de la mujer, o séase, contundencia, precisión y eficacia en las armas que debe emplear toda sociedad civilizada para exterminar, erradicar —o lo que es lo mismo— hacer desaparecer de raíz una lacra de 'sexudos' varones —en presumible auto conceptualización de machos— pertenecientes a una clase de animales involucionados cuyo grado de desarrollo —bien que nos pese— no ha podido superar nunca el nivel cero.

    31 may 2013 / 14:18 H.

    A estos peligrosos individuos, sin otro sobresaliente atributo más allá de un acusado y perjudicial complejo de inferioridad, ¡tolerancia cero!, ese mismo que les hace medir su virilidad poniendo en práctica las horrendas y despreciables artes de la humillación de otros seres humanos —sus parejas— de quienes se han considerado, consideran y, probablemente, se seguirán considerando dueños y señores. Solamente el repudio visceral de una sociedad como la nuestra les debe esperar, ahora y siempre, para conseguir hacerlos desaparecer de la faz de la tierra. La muerte de dos paisanas giennenses, vecinas de Alcalá la Real y Peal de Becerro, reaviva la necesidad de seguir luchando contra esta clase de “primates” de reprensible, reprobable y repulsivo calibre. Dos son los teléfonos a los que se puede dirigir, si la lectora se encontrara en tal aberrante situación, para presentar su denuncia. No dejan huella en su factura telefónica: 016 o bien el 900 200 999. ¡Nadie merece estar sometido por nadie! Nadie.

    Escritor
    Gaspar  Sánchez