Villacarrillo. Vecinos de Mogón se quejan de la suciedad del río
José Herreros/Villacarrillo
Vivir al lado de un río reporta muchas ventajas pero, también, algunos inconvenientes. Uno de ellos son las posibles crecidas y, en el caso de los vecinos de Mogón, el caso se agrava, porque el río en cuestión es el Guadalquivir. Ahora, algunos mogoneros advierten de la suciedad en sus riberas.
Vivir al lado de un río reporta muchas ventajas pero, también, algunos inconvenientes. Uno de ellos son las posibles crecidas y, en el caso de los vecinos de Mogón, el caso se agrava, porque el río en cuestión es el Guadalquivir. Ahora, algunos mogoneros advierten de la suciedad en sus riberas.
Los vecinos de la pedanía villacarrillense de Mogón, concretamente los colindantes con el Guadalquivir a la altura de la desembocadura del Aguascebas, miran de reojo al gran río andaluz ante la llegada del verano y las crecidas que ello implicará.
Esta vez no se trata de riadas tras las tormentas —que normalmente se producen en invierno—, sino del incremento del caudal a consecuencia del desembalse que se efectúa en la época estival desde el pantano del Tranco, agua que servirá, durante el tiempo de escasez de precipitaciones, para que los agricultores, río abajo, puedan regar sus explotaciones. Una crecida que a la altura de estas viviendas puede producir nuevas inundaciones de la ribera del río y de las propiedades de varios mogoneros, tal y como denuncia Agustina Altarejos, que se queja que, desde las tormentas y la riada del pasado mes de mayo, se han acumulado “grandes cantidades de troncos y ramas” en un islote formado en el lugar donde se une el caudal del Aguascebas con el Guadalquivir, lo que puede originar un “peligroso tapón” cuando comience el desembalse del Tranco y la crecida en demasía del río hacia las edificaciones cercanas, chalés, trasteros y casas de la zona de la Avenida del Guadalquivir.
Dice esta vecina que el aumento de la suciedad tras el invierno en esta isleta ha causado una variación en el curso del agua que la aproxima aun más a sus viviendas. Por eso pide a las administraciones con competencias en estos ríos que tomen cartas en el asunto y que se proceda a la urgente limpieza de la zona y, así, se pueda anticipar el daño con la llegada de los desembalses veraniegos. Esta residente asegura que son muchas las familias afectadas y que quieren que se les dé una solución, para lo que van a pedir al Ayuntamiento que medie en este asunto. Añade que algunos no pueden ni dormir tranquilos cuando ven que el río comienza a crecer y que eso pasará por ese tapón de broza y de árboles caídos, durante este verano, si no se adopta una solución ahora que se está a tiempo.