Villacarrillo más cerca del cielo

Los terrenos para el futuro centro de aviones no tripulados de Villacarrillo ya están en manos de la Junta que los ha comprado por 356.800 euros. Aviación Civil y Defensa tendrán que estudiar cómo abren un espacio para las pruebas de las naves en el espacio área de la provincia de Jaén. 

    31 ago 2011 / 11:02 H.

    La Junta de Andalucía es la propietaria de los terrenos en los que se pretende ubicar el centro para la experimentación de tecnologías y sistemas de aviones no tripulados, unas instalaciones que se construirán en Villacarrillo y para las que el Gobierno andaluz concedió, en enero de 2010, 4,1 millones de euros. El delegado de Economía, Ciencia y Empresa en Jaén, Manuel Gabriel Pérez, confirmó que el suelo donde se ubicará el laboratorio ha sido adquirido por 356.800 euros. La operación fue posible después de que la Consejería de Medio Ambiente de la Administración autonómica y el Ministerio del ramo, las dos con competencias en el proyecto, hayan dado su visto bueno, como explica el responsable político.
    Con estos trámites ya solventados, es probable, anuncia Manuel Gabriel Pérez, que, a lo largo del próximo mes, se elabore el pliego de condiciones para licitar el proyecto y la dirección de la obra del laboratorio aeroespacial. Todavía resta, eso sí, que Aviación Civil y Defensa se pongan de acuerdo para segregar una parte del espacio aéreo de la provincia. Esta franja será empleada para las pruebas de las aeronaves. Esta parte del proceso, advirtió el delegado, no será sencilla, lo que puede retrasar la apertura de estas instalaciones, pioneras en la provincia y en España.
    De hecho, cuando se hizo pública esta iniciativa, hace ya más de un año, los promotores del proyecto confiaban en que, en unos doce meses, la idea sería una realidad. Este plazo ya no se cumplirá. Cuando se construyan, para lo que recibieron una ayuda de 4,21 millones de las arcas de la Junta, serán las primeras instalaciones del país dedicadas íntegramente a la experimentación de tecnologías y sistemas de aviones no tripulados.
    Los padrinos del proyecto eligieron que se materializara en Villacarrillo por razones técnicas. Y eso, a pesar de que, en marzo de 2009, el que fuera consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Manuel Vallejo, anunció un centro de esas características en la capital. La idoneidad de la alternativa villacarrillense responde a las necesidades de las instalaciones y es el resultado de un estudio previo de la provincia. Se tuvieron en cuenta desde las condiciones ambientales y meteorológicas, hasta el posible impacto e interferencia en otras actividades económicas, lo que ocurría en Jaén, por la cercanía del aeródromo de Las Infantas. Y es que el centro requiere de una cuadrícula de cielo abierto, libre de tráfico aéreo, para que haya vuelos de prueba. El laboratorio se pone en marcha a través de la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial (FADA), entidad promotora del proyecto y beneficiaria de la ayuda de 4,1 millones. FADA está integrada por la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), la Universidad de Sevilla, la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (Aicia), el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y la Asociación de Empresas Aeronáuticas (AEA), así como por las firmas Eads-CASA, Elimco y Sacesa. La aviación no tripulada, muy utilizada en seguridad y defensa, necesita un intenso trabajo de investigación para su uso civil y comercial con pleno acceso al espacio aéreo controlado. Entre sus últimas aplicaciones en este ámbito destacan las relativas a gestión de desastres naturales, lucha contra incendios forestales, inspección de instalaciones y edificios, recogida de datos meteorológicos y medioambientales, cinematografía, elaboración de mapas digitales para ingeniería civil o realización de vuelos en entornos agresivos, de escasa visibilidad o climatología adversa.
    Las instalaciones de Villacarrillo servirán para ofrecer servicios a organismos oficiales, empresas, operadores, universidades y centros tecnológicos, supondrán un importante respaldo a la experiencia investigadora andaluza en relación con vuelos no tripulados, según explicó el Gobierno andaluz. José Rodríguez Cámara/Jaén