Villacarrillo.- Los devotos agasajan a su patrona en procesión

La comunidad cristiana de Villacarrillo vivió, un año más, con fervor y devoción el día grande de su patrona, la Virgen del Rosario. Los días previos a su celebración se desarrollaron varios triduos en la parroquia de la Asunción y hubo una multitudinaria ofrenda floral que contribuyó a la decoración del trono de la Madre de Jesús. Al final de la mañana hubo una fiesta religiosa a la que asistieron numerosos fieles. Posteriormente, la Real Archicofradía del Cristo de la Vera-Cruz y Nuestra Señora del Rosario ofreció una comida de hermandad en La Olivina, en la que participaron tanto cofrades como afines que quisieron participar de la jornada de convivencia. 
Ya por la tarde, la procesión tomó las calles de Villacarrillo. Acompañó a la Virgen la banda de música. La imagen visitó diferentes rincones de la ciudad durante su recorrido, que se modifica cada año con el objetivo de que la Señora pase por el mayor número de calles posible, tal como manifestó el hermano mayor, Francisco Jiménez, que afronta ya su último año en el cargo. Espera que “durante los próximos meses se animen los cofrades para que, una vez llegado el periodo electoral, se pueda contar con un equipo nuevo que se haga cargo de la cofradía para continuar la labor que se desarrolla”. Este año, además, se han cumplido los seiscientos años de  veneración a la Vera-Cruz en Villacarrillo, por lo que se llevaron a cabo numerosas actividades extraordinarias que concluirán, como es habitual en el calendario de los actos anuales de la cofradía, con la misa en honor de los difuntos que fallecieron en el ultimo año y que pertenecían a esta hermandad.