Villacarrillo.- El Cristo de la Salud reaparece en un desfile muy concurrido
José Herreros /Villacarrillo
La Unión de Cofradías de Villacarrillo trabaja para recuperar el culto que se rendía al Cristo de la Salud. La procesión desapareció en los setenta, pero resurgió el año pasado y se repitió durante el fin de semana con el objetivo de que vuelva a arraigar.
La Unión de Cofradías de Villacarrillo trabaja para recuperar el culto que se rendía al Cristo de la Salud. La procesión desapareció en los setenta, pero resurgió el año pasado y se repitió durante el fin de semana con el objetivo de que vuelva a arraigar.
La tradicional Procesión del Cristo de la Salud y la imagen de la Virgen de los Dolores regresa a las calles de Villacarrillo después de más de treinta años. El desfile desapareció durante la segunda mitad de los setenta, junto con la disolución de la cofradía encargada de su organización. Antes de ello, las imágenes salían el día de la Ascensión desde el camarín de Jesús, situado en la Plaza de la Constitución, y recorría varias calles hasta llegar al Paseo Santo Cristo, desde donde regresaba de nuevo a su lugar de origen. Esta celebración coincidía a menudo con las Fiestas del Hambre, tal y como recordó el presidente en funciones de la Unión de Cofradías, Juan Ignacio Pérez, quien describe estas celebraciones como unas que se realizaban “fuera de temporada”.
Quedó, al final ,en el olvido y el camarín entró en un proceso de deterioró hasta que, en 2010, la unión de hermandades se decidió a restaurarlo. Mientras tanto, el Cristo de la Salud fue trasladado hasta la parroquia de La Asunción. Al concluir las obras en su “casa original”, Jesús volvió en una procesión el año pasado.
Este, los cofrades han querido repetir el rito con el objetivo de recuperar el culto que antaño se brindaba a la talla, por lo que el sábado se volvió a trasladar. Los actos concluyeron con la fiesta religiosa de ayer. En la procesión participaron los representantes de todas las cofradías de Villacarrillo y fue presidida por el párroco, Andrés Nájera Ceacero, sacerdote muy preocupado por la recuperación de las tradiciones, según manifestó Pérez. Ya en la Plaza de la Constitución se celebró una multitudinaria fiesta religiosa a la que siguió un besapié. Después abrió una barra de bar, instalada con el objetivo de recaudar fondos para sufragar los gastos, en torno a la cual se improvisó una concurrida verbena, que fue el colofón de la jornada.