Vigilantes

Desde Jaén. Hace bastante tiempo, quería escribirle esta carta abierta, con un buen fin, y para que “alguien reflexione”. Muchos de nosotros vemos, cada día con más frecuencia, cómo personas con deficiencias físicas, se trasladan por las calles de la capital montadas en “sillas de ruedas eléctricas”, sin que nadie las acompañe, normal. Pero ¿se han dado cuenta el peligro que llevan “algunos”? ¿Quién tendría que actuar en estos casos? A veces me ha ocurrido a mí, y en otras ocasiones lo he vivido en terceras personas.

    23 jun 2012 / 09:20 H.

    Resulta, que hay que hacer una maniobra evasiva, para que estos “vehículos”, que empiezan a proliferar por las aceras de la capital, no nos alcancen en una pierna, y nos lesionen. Por otro lado, con ser esto ya peligroso, me preocupa que, ante situaciones de esta magnitud, estos “conductores minusválidos”, no reflexionen, y sigan su camino a velocidades inadecuadas para ciertas situaciones conflictivas. Sin ir más lejos, el otro día, en un “súper” del centro de la capital, una señora conducía su “silla”, y nos  tenía asombrados a todos los que estábamos alrededor de la caja, porque teníamos que apartarnos con avidez, ya que corríamos peligro. Espero que estas personas que conducen los vehículos aludidos, hagan autocrítica, y si les afecta este comentario, que rectifiquen en su manera de circular; y que sepan, que ellos no llevan la preferencia, al menos cuando van tan cómodos en sus vehículos; por desgracia, alrededor de ellos, en muchas ocasiones, hay personas bastante más vulnerables que ellos, y que no pueden valerse de esos privilegios. Y si esto no diera resultado, acudo a la responsabilidad de sus familiares, para que estén vigilantes a estos peligrosos comportamientos.
    Francisco Esteban Córdoba