VICTORIA MORENO CASTRO: “He visto a la gente comer hierba. Eso me marcó mucho”
—Si tuviera que resumir su vida en pocas palabra, ¿cuáles serían?
—Mucho trabajo. He pasado casi toda mi vida trabajando. Con sólo 19 años me preparé las oposiciones para ATS, las aprobé y, desde entonces, y hasta los 61 años que me jubilé, me he esforzado cada día para conseguir una pensión digna que me permitiera poder pagar una buena residencia.
—Usted es de Córdoba. ¿Por qué tuvo que dejar su tierra y venir a Jaén?
—Me vine a Jaén hace dos años. Tuve que marcharme porque toda mi familia de Córdoba había fallecido. Aquí en Jaén tengo unas amistades, que son como mis hermanos, y ellos fueron los que me ofrecieron quedarme en su casa. Pero yo por no molestar, decidí irme a una residencia.
—¿Y qué le gusta más de vivir aquí?
—Sobre todo las personas. La gente de Jaén es estupenda. Y luego, el centro de la ciudad es la zona que más me gusta, es muy bonito.
—¿Qué tipo de actividades suele realizar para pasar el día?
—Voy al gimnasio, a misa o a dar un paseo, en eso se me va toda la mañana. Por la tarde, después de comer, reposo la comida y me pongo a leer. Me encanta la lectura y todos los trabajos manuales.
—¿Qué recuerdos guarda de las salidas con los amigos?
—De joven no pude salir mucho, pero cuando lo hacía me lo pasaba muy bien. Yo tenía tres amigas solteras y con ellas me iba a pasar el día a la playa. Nos reíamos de todo y nos divertíamos a nuestra manera.
—¿Añora tiempos pasados?
—No echo de menos los tiempos de antes, fue una época de mucha hambre. Yo he visto cómo la gente arrancaba la hierba, la cocía y se la comía. Morían hinchados por no tener grasa en el cuerpo. Eso me ha marcado mucho.
Por María José Ortega
—Si tuviera que resumir su vida en pocas palabra, ¿cuáles serían?—Mucho trabajo. He pasado casi toda mi vida trabajando. Con sólo 19 años me preparé las oposiciones para ATS, las aprobé y, desde entonces, y hasta los 61 años que me jubilé, me he esforzado cada día para conseguir una pensión digna que me permitiera poder pagar una buena residencia.
—Usted es de Córdoba. ¿Por qué tuvo que dejar su tierra y venir a Jaén?
—Me vine a Jaén hace dos años. Tuve que marcharme porque toda mi familia de Córdoba había fallecido. Aquí en Jaén tengo unas amistades, que son como mis hermanos, y ellos fueron los que me ofrecieron quedarme en su casa. Pero yo por no molestar, decidí irme a una residencia.
—¿Y qué le gusta más de vivir aquí?
—Sobre todo las personas. La gente de Jaén es estupenda. Y luego, el centro de la ciudad es la zona que más me gusta, es muy bonito.
—¿Qué tipo de actividades suele realizar para pasar el día?
—Voy al gimnasio, a misa o a dar un paseo, en eso se me va toda la mañana. Por la tarde, después de comer, reposo la comida y me pongo a leer. Me encanta la lectura y todos los trabajos manuales.
—¿Qué recuerdos guarda de las salidas con los amigos?
—De joven no pude salir mucho, pero cuando lo hacía me lo pasaba muy bien. Yo tenía tres amigas solteras y con ellas me iba a pasar el día a la playa. Nos reíamos de todo y nos divertíamos a nuestra manera.
—¿Añora tiempos pasados?
—No echo de menos los tiempos de antes, fue una época de mucha hambre. Yo he visto cómo la gente arrancaba la hierba, la cocía y se la comía. Morían hinchados por no tener grasa en el cuerpo. Eso me ha marcado mucho.
Por María José Ortega