VICTORIA EUGENIA MATA LÓPEZ. "Mi vocación de maestra llegó tras empezar la carrera"
Ana Domínguez Maeso
Victoria Eugenia Mata López nació en Jaén, en una familia de cuatro hermanos. Su madre, Teresa, se dedicó toda su vida a coser. Tenía un taller, por el que pasaron muchas muchachas que aprendieron a coser. Todas menos sus hijas, quizás porque siempre tenían a alguien que les cosiera y porque su madre siempre decía que no quería ese trabajo tan duro para sus hijas. A su padre todo el mundo lo llamaba “Pepe”, aunque en su DNI era Alfonso. Era muy conocido y querido en el barrio de “Las Protegidas”. Le encantaba el fútbol —aficionado del Real Jaén y del Real Madrid—, estar con la gente echándose unos “chatos” en el bar Stadium y contar sus batallitas de cuando estuvo en la División Azul.

Victoria Eugenia Mata López nació en Jaén, en una familia de cuatro hermanos. Su madre, Teresa, se dedicó toda su vida a coser. Tenía un taller, por el que pasaron muchas muchachas que aprendieron a coser. Todas menos sus hijas, quizás porque siempre tenían a alguien que les cosiera y porque su madre siempre decía que no quería ese trabajo tan duro para sus hijas. A su padre todo el mundo lo llamaba “Pepe”, aunque en su DNI era Alfonso. Era muy conocido y querido en el barrio de “Las Protegidas”. Le encantaba el fútbol —aficionado del Real Jaén y del Real Madrid—, estar con la gente echándose unos “chatos” en el bar Stadium y contar sus batallitas de cuando estuvo en la División Azul.
—¿Qué recuerdos tiene de su infancia?
—Mi infancia la recuerdo muy diferente a la que han tenido mis hijos, pues jugaba mucho en la calle, en el patio de las viviendas o en la explanada de la antigua Escuela de Peritos, donde ahora está El Corte Inglés. También, iba a la piscina y al Cine Estadio en verano todos los días, junto con mi amiga Carmen Almagro. Aunque suene topicazo, fui muy feliz porque tuve uno padres maravillosos y unas hermanas y hermano con los que, a pesar de que nos peleábamos y hacíamos guerrillas, nos llevábamos muy bien. Estudié en las Carmelitas cuando era un colegio de niñas y COU en los Hermanos Maristas. De ambos tengo muy buenos recuerdos y grandes amigas, así como de ese uniforme azul marino plisado ¡Cómo disfrutábamos también del Parque de La Victoria! Pues era el lugar de reunión de las pandillas y pasábamos las tardes allí.
—¿Qué estudios ha realizado?
—Al finalizar mis estudios no tenía muy claro qué carrera iba a escoger, pues en Jaén había poco que elegir. Decidí estudiar en la Escuela de Magisterio Lengua Española y Francesa. Tengo que reconocer que mi vocación de maestra me vino después, una vez que empecé a conocer este mundo.
—¿Cómo es su vida familiar?
—Me casé nada más acabar mis estudios de Magisterio con el que es mi marido, Pepe, y pronto tuve tres hijos, José Javier, Pablo y Ana. Como tenía muy claro que yo quería trabajar en la enseñanza, me preparé las oposiciones hasta que “aprobamos” por la especialidad de Educación Física. Lo digo en plural porque mi marido fue una pieza fundamental, pues gracias a su ayuda y a su dedicación con los niños, que eran pequeños, yo pude sacar tiempo para estudiar. Ahora que son mayores seguimos igual, pendientes de ellos, ayudándoles, pero con un poco de más tiempo para nosotros.
—¿Trabaja entonces como maestra?
—Empecé a trabajar en centros de adultos. Primero estuve en el “Antonio Machado”, en Jaén, donde aprendí mucho de grandes compañeros y, por supuesto, del alumnado. Mi grupo favorito era el de Alfabetización, compuesto por mujeres de edades entre los 60 y los 75 años, que asistían a clase todos los días con gran interés y cariño por aprender a leer y escribir, algo digno de admiración. Estaba ilusionadísima porque, además, el material lo creábamos nosotros y aprendí a utilizar una multicopista, ya que la fotocopiadora solo se usaba para casos puntuales y administrativos. Tras tres cursos en el Centro Antonio Machado, pasé al Centro de Adultos de Jabalquinto, donde estuve dos cursos, y durante cinco años, en Escañuela. Una de mis mejores experiencias laborales. Fue increíble. Cuando llegué allí, tuve que ir casa por casa buscando alumnos, dándome a conocer y explicándoles lo que la escuela les ofrecía. Esto tuvo su efecto y me hice con dos grupos, uno de Alfabetización, grupo de mayores, y otro para el Graduado Escolar, grupo de jóvenes. En este pueblo dejé a mucha gente querida con la que aún mantengo contacto.
— ¿En qué consiste su trabajo?
—Al cambiar el sistema educativo con la ESO, el Graduado Escolar desapareció y empezó a descender el número de alumnos y en Escañuela se notó mucho. Por ello decidí concursar a Primaria, por la especialidad de Educación Física. Tuve suerte, pues fue la primera vez que concursaba por esa especialidad, y me dieron Jaén. Y aunque no quería irme de Escañuela, acepté el cambio. No podía dejar pasar la oportunidad. En el curso 1999/2000 llegué al que ahora es mi centro, Santo Domingo, situado en el Polígono del Valle. Imagina cómo llegaba, nerviosísima, como si fuese mi primer trabajo, aunque en realidad así era porque iba a trabajar con niños y en Educación Física, especialidad por la que había aprobado las oposiciones, pero que aún no había impartido. Me costó adaptarme a mi nueva situación, sobre todo el primer año. Echaba mucho de menos trabajar con adultos. Poco a poco me hice con mi nueva situación y me encantó. Me gustaba la asignatura, jugar con los niños, sentir que a ellos también les gustaba y hacer cursos de formación. Me lo pasaba genial y me sentía como mis alumnos en mis clases. De nuevo, me tuve que replantear mi situación, ya que la Administración redujo horas de Educación Física. Se empieza a hablar de Centros Bilingües y mi centro lo solicita. Quizás porque soy algo inquieta, decidí matricularme en la Escuela de Idiomas para estudiar Inglés y obtener otra especialidad. No tenía ni idea de Inglés, pues yo había estudiado Francés. ¡Qué descubrimiento! ¡Me encanta! Con esfuerzo y estudio, acabé los cinco años de la Escuela de Idiomas y volví a concursar. Esta vez para Primaria Bilingüe y a mi colegio, del que me siento muy orgullosa, ya que hay un profesorado fabuloso, con el que se trabaja muy bien y del que siempre se aprende algo. Con mucha pena, dejé de impartir Educación Física y ahora soy tutora de sexto de Primaria Bilingüe. Al entrar en este mundillo del inglés y con ganas de seguir aprendiendo, oí hablar de los Proyectos Comenius y decidí participar, con el apoyo de la dirección, en uno de estos proyectos.
—¿Qué es el proyecto Comenius?
—Es un intercambio entre profesionales de distintos países, en el que se representa a centros educativos de Infantil y Primaria y se promueve la movilidad y la cooperación entre los centros educativos. Trabajamos actividades con los alumnos en Inglés, previamente planificadas y reflejadas en un proyecto común, que es aprobado por el Organismo de Programas Educativos Europeos. El proyecto dura dos años y realizamos varios encuentros donde se exponen los trabajos realizados por cada uno de los países. En el que participé, compartimos la experiencia con Polonia, Turquía, Rumania e Italia. La valoración fue muy positiva y gratificante, por lo que estoy dispuesta a continuarla.
—¿Cómo organiza su tiempo libre?
—Este nuevo descubrimiento en mi vida hace que mi tiempo libre también lo dedique a seguir formándome en Inglés, voy a clases de conversación, leo y escucho inglés siempre que puedo, viajo. Ya he estado en Londres seis veces. También me encanta estar con mi familia, disfrutar con lo bueno y sobrellevar los momentos no tan buenos. Soy muy familiar y hacemos reuniones familiares en mi casa. Disfruto mucho con los míos. Además, me gusta salir de cervezas con los amigos y, sobre todo, esas escapadas con mi marido algunos fines de semana a la playa o a Madrid.
—¿Qué aconsejaría a los jóvenes que quieran dedicarse a esta profesión?
—En esta vida todo precisa de un gran esfuerzo, lo mismo ocurre con las oposiciones de Maestro. Son muy duras, hay que estudiar muchísimo, pero como también lo he vivido y sufrido es por lo que animo a quienes están preparándolas a que no tiren la toalla y tengan confianza, pues al final consigues el premio esperado.