Viajando por Lanzarote
He viajado varias veces por las Islas Canarias; pero nunca me había desplazado hasta Lanzarote. Este año he tenido la oportunidad de hacerlo y he quedado encantada con la visita a esta isla tan diferente a las del resto del archipiélago canario. En Lanzarote hay un nombre emblemático presidiendo todo su paisaje y todo su arte, se trata del artista Cesar Manrique que era natural de Arrecife y que convirtió a este lugar en un oasis de blancura y creatividad.
Todo en Lanzarote nos recuerda su figura y su buen hacer, tanto en las obras que ha dejado para la posteridad, como en su trabajo por el medio ambiente que se manifiesta en cualquier rincón por el que nos lleve nuestro inquieto espíritu. El paisaje de cualquier entorno es muy árido y de acuerdo al volcanismo que denota el origen de esta isla emplazada y bañada por las aguas del Océano Atlántico. Una mención especial merece el Parque de Timanfaya, cuyos protagonistas son los numerosos dromedarios que hacen las delicias de pequeños y mayores en su breve recorrido por la montaña.
Todo en Lanzarote nos recuerda su figura y su buen hacer, tanto en las obras que ha dejado para la posteridad, como en su trabajo por el medio ambiente que se manifiesta en cualquier rincón por el que nos lleve nuestro inquieto espíritu. El paisaje de cualquier entorno es muy árido y de acuerdo al volcanismo que denota el origen de esta isla emplazada y bañada por las aguas del Océano Atlántico. Una mención especial merece el Parque de Timanfaya, cuyos protagonistas son los numerosos dromedarios que hacen las delicias de pequeños y mayores en su breve recorrido por la montaña.