Vettel resurge en la locura
El piloto alemán Sebastian Vettel (Ferrari) recuperó las sensaciones del pasado y consiguió la victoria en el Gran Premio de Hungría, décima prueba del calendario que cierra la primera mitad del curso 2015, en un podio completado por los dos Red Bull, el ruso Daniil Kvyat y el australiano Daniel Ricciardo, mientras que el español Fernando Alonso (McLaren) terminó en quinta posición en una carrera en la que los Mercedes acumularon una cadena de errores.

El germano, que cosechó su segundo triunfo de la temporada tras alzarse con el triunfo en el Gran Premio de Malasia durante la segunda fecha de la temporada, respondió a la hegemonía de las “flechas plateadas” en Hungaroring con un “manotazo” a la clasificación general. Recuperó las sensaciones que lo auparon a convertirse en uno de los mejores pilotos del panorama de la Fórmula Uno y sacó los colores a Lewis Hamilton desde la salida. No era optimista el alemán antes de la carrera en un fin de semana que fue de menos a más. El germano, a contracorriente de Lewis Hamilton y Nico Rosberg durante toda la temporada, miraba a la parrilla más hacia atrás, a equipos como Red Bull o Williams, que a Mercedes, que monopolizó la primera línea en la clasificación. Cambió de opinión. Aprovechó una pésima salida del líder del Mundial, desbancó a Rosberg y se aupó hasta la primera posición. En una vuelta ganó dos posiciones y, por consiguiente, la carrera. Se bastó de un incontestable arranque, con vuelta rápida tras vuelta rápida durante las diez primeras. Cogió la ventaja de tiempo suficiente como para abrir una brecha con los Mercedes y disfrutar de una plácida carrera en la que le bastó con no desfallecer en el ritmo y en cuidar con mimo los detalles. Encabezó la cabeza de carrera desde la primera hasta la última vuelta y salió beneficiado del incidente entre Ricciardo y Nico Rosberg en las últimas vueltas.
La loca carrera dejó a Fernando Alonso, que salió desde la decimoquinta posición, en el quinto puesto y por delante de Lewis Hamilton. El asturiano terminaba la clasificación con la sensación que todo el esfuerzo que realiza por seguir vivo es en balde, pero Hungaroring fue una tregua.