Verano de voluntariado en el Congo
Una experiencia gratificante que no dudó en repetir. Josefina Nieto estuvo, el año pasado, de manos del Taller de Solidaridad, tres meses en una zona rural de Los Andes, en el Perú. Ahora, acaba de llegar de pasar cinco semanas en El Congo. “La ONG nos manda a los voluntarios donde tiene las misiones y los proyectos. Como la fundación depende de las monjas, nos podemos alojar donde están ellas, pero el resto lo pagamos nosotros”, explica.

“Todo comenzó de la necesidad de hacer algo más, de darle una nueva proyección a mi vida y salir a conocer otras realidades donde están. No surge de un día para otro”, indica. Con respecto a cómo tomó la determinación, dice: “Al comentarlo con la gente, te das cuenta de que a muchos les gustaría realizar una labor similar, pero, por circunstancias familiares, económicas o por miedo, no hay tantos que den el paso”. Una experiencia que aporta mucho, entiende, mientras que considera que hacer un voluntariado es, en el fondo, algo egoísta, “porque el primero que se enriquece es la propia persona. Doy lo mejor de mí, pero también recibo mucho. Aunque no todo lo que vives o ves es bueno. Hay cosas muy duras y difíciles de encajar”.
En esta ocasión, fue con otra cooperante española. En principio, las destinaron a una parroquia, ya que allí hay mucha religiosidad, a participar con los niños en juegos y actividades, y, por las tardes, a dar clases de inglés a los jóvenes. “Tenían más interés en el español, por lo que al final se convirtieron en trilingües —allí se habla francés—”, dice. Luego, pasaron a una zona mucho más deprimida, a una maternidad: “Yo tenía estudios de auxiliar de clínica y, precisamente, hice las prácticas en los paritorios. Esa fue mi vocación frustrada, por lo que ha sido una experiencia muy bonita”. Con un índice de natalidad alto, todas las manos eran pocas. De hecho, en julio nacieron 190 niños solo allí. “Había turnos en los que se atendían hasta 3 o 4 partos”, recuerda. Poco le importaron las carencias de la zona, donde la luz se va a diario, hay problemas con el agua y no tienen infraestructuras.