Ventajas de una fosa séptica
A falta de la financiación necesaria para habilitar colectores que depuren los vertidos que generan las edificaciones, los vecinos de Los Puentes han encontrado una alternativa para evitar que el tantas veces acariciado proceso de regularización de sus viviendas se quede en suspenso. La solución, “provisional y urgente”, tiene un nombre: fosa séptica, y el propio Ayuntamiento se la ha expuesto a los vecinos, basándose en lo que el Reglamento Público de Dominio Hidráulico (RPDH) establece como “vertido”.

Haciéndose eco de la Ley de Aguas, el artículo 245 del RPDH recoge que son vertidos “los que se realicen directa o indirectamente en los cauces, cualquiera que sea la naturaleza de estos, así como los que se lleven a cabo en el subsuelo o sobre el terreno, balsas o excavaciones, mediante evacuación, inyección o depósito”. Pero, al ser un artilugio estanco, la instalación de fosas sépticas pasaría la prueba de fuego de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
“En estos expedientes, la CHG archiva el asunto al entender que un vertido en un depósito estanco homologado no es tal, según el reglamento”, explica el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Francisco Javier Márquez, que indica que las resoluciones son individuales, para cada expediente, y asegura que ya se han dado algunas.
El presidente de la Unidad de Gestión Vecina de Los Puentes, Alberto Castro, sostiene que, en la actualidad, alrededor del 60% de las miles de edificaciones que hay en la zona cuenta con fosas sépticas. El resto posee pozos ciegos que —indica— habría que sustituir ante el mayor riesgo de filtraciones contaminantes. Después, una empresa homologada se encargaría de desaguar esas fosas. “Es la solución que vemos más urgente para poder continuar con la regularización de las viviendas y evitar sanciones”, comenta Castro, que habla de “buscar una fórmula que obligue a los propietarios a cambiarlos y a tener el servicio contratado con una empresa homologada, para tener suficientes garantías de que no se producirán vertidos”. Para el portavoz de los vecinos de la zona, es fundamental solucionar este escollo ahora, porque, así —dice Alberto Castro—: “Nos podremos acoger al decreto de la Junta y empezaremos a regularizar las viviendas. Será un camino pedregoso, pero, al menos, iremos andando”.
No obstante, a medio y largo plazo, la mirada de la Unidad de Gestión Vecinal de Los Puentes está puesta en la instalación de colectores. “Nuestra idea es coger el toro por los cuernos. Empezar a negociar y que se realice el proyecto”, recalca Castro, consciente de que “esto puede durar tiempo”. Sugiere que el proyecto debería ejecutarlo el Ayuntamiento o “actualizar y buscar financiación” al Plan Especial de la Vega de los Ríos que encalló en la última década del siglo pasado: “Si hay fondos europeos, a través de ellos, si no, con algún canon que los afectados pudiéramos pagar en 15 o 20 años, como, en su día, hizo el Puente Tablas”.