Veinte padres de niños con cáncer podrán acogerse a nuevas ayudas

Silvia Ruiz Díaz/Jaén
Los padres de veinte niños jiennenses que tienen cáncer y que se tratan en el Hospital de Jaén podrán acogerse a la nueva ley, aprobada recientemente, para recibir una prestación económica cuando se vean obligados a reducir su jornada laboral. El decreto fue valorado por el colectivo ALES.

    09 ago 2011 / 10:30 H.

    Una veintena de niños con cáncer de la provincia, diagnosticados o en tratamiento, acude actualmente al Hospital Ciudad de Jaén, según los datos facilitados por la asociación ALES. Otros, tienen que desplazarse hasta otros puntos de España, como Madrid. Junto a ellos, sufriendo en silencio, están sus padres. Hay casos en los que tuvieron que dejar sus puestos de trabajo para atender a estos pequeños con enfermedades graves y otros en los que el matrimonio tuvo que repartirse, en el hospital y en una empresa, para poder llegar a fin de mes. Por ello, esos padres recibieron bien el real decreto aprobado recientemente en el Consejo de Ministros, que regula el reconocimiento, por parte de la Seguridad Social, de una prestación económica para el cuidado de los menores afectados por cáncer o por otra dolencia grave. El objetivo es compensar la pérdida de ingresos que sufren cuando tienen que reducir su jornada o, en una situación extrema, dejar su empleo.
    El presidente de la asociación jiennense de niños con cáncer —conocida como ALES—, Pablo Coronado, explica que esta aprobación era una reivindicación que ALES, y otros muchos colectivos relacionados con esta problemática en toda España, tenían desde hacía años. “Son unos momentos muy difíciles, en los que los padres tienen que estar juntos con su hijo. Se trata de casos con tratamientos de muy larga duración, y esta ley, cuya petición surge primero en Barcelona, es muy importante. Garantiza que el acompañante del niño enfermo tenga una prestación económica con la que poder hacer frente a esa reducción de la jornada”, indica.
    Por otro lado, Pablo Coronado apunta que la asociación, además, realiza labores para ayudar a los padres. Ofrece apoyo psicológico, tiene un área de pediatría y realiza las gestiones para que los familiares tengan asesoramiento, reciban “segundas opiniones” y obtengan información de todo tipo sobre el cáncer que pueda tener su niño. “También gestionamos el traslado para salir de la comunidad, en el caso de que sea preciso, y mantenemos contactos y colaboración con otros colectivos para que, por ejemplo, los padres tengan donde alojarse. Lo que se pretende, en definitiva, es ayudarlos ante esta situación tan difícil que les tocó vivir”, concluye.
    “Trabajo en una comunidad de regantes y me guardaron el puesto cuando me tuve que ir”
    Fernando Moreno y Eva María García, una pareja de Villacarrillo, saben bien lo que es tener que trasladarse continuamente a un hospital, fuera de la provincia, y dejarlo todo para luchar por su hija, la pequeña María Moreno. A su niña, que tiene ahora dos años y ocho meses, le diagnosticaron leucemia. Desde entonces, están a camino entre Jaén y Madrid. El matrimonio llegó a pasar seis meses en el hospital junto a su hija y, una vez que le realizaron el transplante y todo salió bien, acudían al centro todas las semanas, durante varios días. Ahora, como indica el padre, van cada mes,  una o dos jornadas, para la revisión de María. Al sufrimiento de los padres que, como señala el villacarrillense, nunca llegan a esperarse que alguien de la familia vaya a tener una enfermedad grave, y mucho menos si se trata de una hija que está a punto de nacer y que, aparentemente, todo debería marchar a la perfección, se suman otros problemas más: el económico, por una parte, y los inconvenientes para seguir con la vida laboral, cuando  lo más importante para cualquier padre o madre, como expresa, es estar con su hija, por quien Fernando y Eva María darían su vida.
    Fernando Moreno mantiene un empleo y considera que “tiene suerte”. “Antes de que ocurriera esto, trabajaba en una comunidad de regantes. Cuando tuve que marcharme a Madrid con mi mujer, que está parada, un amigo cogió mi puesto y me aseguró que, cuando volviera, lo tendría sin problema. La comunidad me lo guardó para cuando yo estuviera disponible”, afirma. “A mi amigo, ahora, incluso le dije que si quería seguir él y me dijo que no, que ese puesto era mío. Por eso, digo que tengo mucha suerte, ya que no todos los padres tienen esa oportunidad ni la comprensión y el apoyo con que yo me he encontrado”, agrega. Como especifica, en una familia con un hijo enfermo, también resulta prácticamente imposible que ambos, padre y madre, trabajen. “Estos niños siempre tienen las defensas un poco justas y tienes que estar todo el tiempo pendiente, para que no cojan ninguna bacteria. De esa tarea es de la que está más pendiente mi mujer”, apunta el padre.
    A este vecino de Villacarrillo no le importa especialmente que el decreto aprobado recientemente en el Consejo de Ministros sobre el cáncer u otras enfermedades graves y que ofrece una prestación económica por parte de la Seguridad Social para el cuidado de los menores llegue ahora. “Es algo por lo que hemos luchado durante mucho tiempo y está muy bien, porque cuando los padres se encuentran en esta situación, se ven obligados a decidir si deben dejar o no su trabajo. Es algo que nadie tiene previsto, y ahora como está la situación económica actual, resulta aún más complicado. Por lo menos, habrá un tipo de baja, que es una reducción de jornada, pero en la que la familia obtendrá unos ingresos”, declara Moreno, que recuerda que, en este tipo de casos, los gastos de la casa, comida o desplazamientos son superiores a los de cualquier otra familia.