Vecinos reivindican medidas para proteger Los Cañones
Los Cañones del Río Eliche. Ese paraje natural de la periferia de la capital que, en los últimos tiempos, no deja de alimentar titulares por el “estado de abandono” en el que se encuentra no es un espacio natural cualquiera. Más allá de su constatada riqueza ecológica, Los Cañones son parte del imaginario colectivo de toda una generación de jiennenses. Están ligados a una memoria que se fraguó antes de que irrumpieran en España los vientos de libertad que trajo la democracia y la bonanza que sobrevino con la incorporación a la Unión Europea y una ebullición económica que permitió que los chalés con piscinas se multiplicaran en Los Puentes o que numerosos vecinos adquirieran segundas viviendas en las costas de Andalucía.

Como una singular “playita” en este destino de interior que el sol castiga por norma cada verano, “en los años 60 y 70”, Los Cañones “eran el sitio al que la gente iba los fines de semana”, evoca el portavoz de la plataforma “Un PGOU para la ciudadanía”, Miguel Quesada. “Los tiempos —admite— han cambiado”, pero, por que “todavía” hay vecinos que bajan hasta la zona para bañarse en el río y disfrutar de una jornada en el campo, “es una pena” la situación en la que se halla, trufado de basuras y con una pasarela por la antigua piscifactoría, “arruinada”. “Los que se atreven a cruzar el paso para llegar hasta el río se juegan el cuello”, señala el activista.
Después de marchas hasta Los Cañones y de numerosas reivindicaciones, la plataforma ciudadana registró, ayer, en el Ayuntamiento un escrito solicitando a la Administración local una “acción decidida” para conservar esta zona y que inste a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), órgano “competente”, a que “reconstruya la pasarela”. Una petición que también se le ha trasladado a ella.
“Tenemos un paraje natural de alto valor ecológico y de uso recreativo que está en una situación lamentable”, reitera Quesada, que subraya: “Lo que pedimos es que este espacio se cuide, que se proteja y que se permita el uso público para que los vecinos puedan disfrutar de él”. “Queremos que la Administración lo compatibilice”, apostilla. Y, para eso, un paso previo es el mantenimiento. “Una limpieza periódica, con una campaña de concienciación incluida, especialmente en verano, que es cuando la gente acude allí, y contenedores”, demanda el portavoz de “Un PGOU para la ciudadanía”. El pasado domingo, durante la jornada que el colectivo organizó en este paraje para reivindicar su protección, los asistentes recogieron hasta 40 bolsas de basura. Tuvieron que traérselas al casco urbano para tirarlas aquí porque el contenedor de la entrada ya no estaba.
“Es una pena que un lugar así no lo conservemos”, insiste Quesada, que critica que los gobernantes locales “sigan pensando en grandes expansiones urbanísticas”, cuando —reflexiona—: “No cuidamos lo que tenemos”.