Vecinos piden el arreglo de un carril que alivia el tráfico

Cinco furgonetas, siete motos y hasta una docena de turismos. Ese es el recuento de tráfico en apenas cinco minutos de una mañana de pleno agosto de un carril que, desconocido quizá para los vecinos de la zona Sur, es un auténtico alivio para los de la Norte y el Oeste, ya que comunica, en apenas trescientos metros, el Bulevar —y el Polígono— con la entrada a la Avenida de Barcelona por la carretera del Fuerte del Rey.

14 ago 2015 / 00:31 H.

Este trasiego de una tranquilísima y calurosa mañana de verano solo es la mínima expresión de las horas puntas a lo largo del año. Así lo confirma Luis Ruiz, presidente de la Asociación de Vecinos Expansión Norte, de la zona del Bulevar: “Lo usa muchísima gente, tanto si vas para Fuerte del Rey o Andújar, o para la Avenida de Barcelona o Las Fuentezuelas, acortas por ahí y dejas el Paseo de la Estación y la calle Hermanos Pinzón —lateral del Banco de España hasta Eduardo García Maroto—, con todos los semáforos. Está muy demandado, lo usamos todo el mundo”.

Hasta aquí todo bien. Una calla que une dos zonas con mucha población en apenas unos minutos y evita aglomerar aún más el tráfico en el Paseo de la Estación, especialmente, en horas punta, sin que se formen las habituales colas. El problema, sin embargo, está en el estado de esta conexión: cruzar por allí en coche es la experiencia más parecida a montarse en una montaña rusa que se puede vivir en Jaén. “Es un camino que se ha hecho del paso y de usarlo a la gente”, asegura el vecino. Pero lo peor es cuando llega la lluvia y el barro en el invierno. “Se llena de baches —o más bien crecen los que ya existen— y cualquier coche no puede pasar por allí, solo con todoterrenos o te puedes cargar el coche”, explica. “Y sabemos que, cuando se han hecho obras en el Bulevar por esa zona, y al final ha sobrado un camión de hormigón, se ha echado para arreglar algún bache. La gente va intentando adecentarlo porque aquello está fatal y es muy transitado. Es necesario”, reconoce el representante vecinal. Pero esa no es la solución.

Buscar salidas a esta situación fue una de las propuestas que los vecinos de la zona trasladaron al Ayuntamiento hace unos días. “Se lo planteamos a Miguel Contreras, como alcalde accidental, y el concejal Manuel Heras, cuando visitaron esta misma semana el barrio, junto con otras propuestas de los vecinos para mejorar la zona”, recuerda.

Y la solución parece no ser sencilla, ni estar cerca. Los terrenos en los que está este carril son de propiedad privada. “El problema que hay es que el Ayuntamiento dice que eso no es suyo, que es privado y no puede hacer nada. Pero creemos que no pueden hacer “nada” —entre comillas—, porque podrían reunirse con el dueño para hablar con él, intentar comprarlo, desarrollar esta parte de la junta de compensación o buscar distintas fórmulas”, explica Ruiz. Proponen, aunque sea, un esfuerzo mínimo: “Al menos podrían hablarlo y estudiar la situación para adecentarlo. Creemos que hay soluciones intermedias”. 

Esta se convierte en una reivindicación de los vecinos de la zona de expansión de la ciudad que se suma a otras que vienen de lejos, como la mejora del servicio de transporte público, con más líneas de autobuses y mejores horarios y la ampliación de los servicios de limpieza, así como la de solares.

“Si es privado, no podemos invertir un duro”

“Si interesara disponer de ese carril en una zona de propiedad privada, lo que sería una decisión política, el Ayuntamiento debería hacerse de un derecho de propiedad o servidumbre”. Javier Márquez, concejal de Urbanismo, responde así al planteamiento del problema. “Al ser propiedad privada, el Consistorio no puede invertir un duro. El interventor sería el primero que se opondría. Solamente podemos invertir en bienes públicos”, insiste. En cuanto al futuro de la zona, el concejal y actual alcalde accidental detalla que ese vial “está abocado a desaparecer en el día de mañana”. Pertenece, de hecho, a los terrenos del SUPN 2 y SUPN 3. “Ahí teóricamente tendría que hacerse un proyecto de reparcelación y no tiene por qué respetar ese camino o vereda que la gente utiliza. Se tiene que hacer un proyecto de urbanización y un plan parcial, donde de dibujan por dónde pasarán las calles futuras y edificios”, detalla. Pero es una solución a medio largo plazo: “Estaríamos hablando de años. Hay convenios urbanísticos firmados para la ejecución en 25 años. De todos esos terrenos hasta Las Fuentezuelas, el 60% del aprovechamiento es del Ayuntamiento y se hará por fases con los propietarios sucesivamente”. “Es muchísimo terreno y se desarrollaría en función de la demanda real de viviendas por fases. Ese es el crecimiento natural de la ciudad”, concluye.