Vecinos dudan de la voluntad de la Junta de edificar el instituto


Son lustros aguardando un instituto de Secundaria en el casco antiguo y, a un trámite de empezar a materializar el deseo, cuando lo único que se interpone en la licitación de las obras es la firma de una permuta de terrenos, el silencio de la Junta alimenta las dudas de los vecinos sobre su voluntad de construirlo.
El presidente de la federación de vecinos Más Voluntades, Antonio Lozano, vuelve la vista atrás y, situándose en “1998 o 1999”, advierte: “Si nos hubiéramos quedado quietos, se habrían llevado el instituto San Juan Bosco al Bulevar. Afortunadamente, conseguimos impedirlo”.

14 abr 2014 / 22:00 H.

Desde entonces, las llamadas a la Junta para que construya uno nuevo en el casco antiguo no han dejado de sucederse. Pero, después del desesperante rifirrafe político, cuando el proyecto parecía que entraba en la recta final para saltar de los planos que están en los cajones de la Consejería de Educación a la realidad del eterno solar de San Andrés (APA III), el silencio en el que se ha atrincherado la Administración autonómico alimenta las dudas sobre su intención de construir el instituto. “Siempre hemos opinado que la Junta no tenía voluntad de construir uno en el casco antiguo porque decía que no había demanda para ello”, señala Lozano.
El pasado día 4, después de un ultimátum de 48 horas, el alcalde, José Enrique Fernández de Moya, estampó su firma en el convenio de permuta de terrenos, un paso previo necesario para la edificación de la futura infraestructura educativa. Después, lo remitió a las delegaciones de Fomento y Vivienda y de Educación, y, con un “que no mareen más la perdiz”, echó la pelota al “último tejado” de esta historia, el de la Junta de Andalucía. Pero el balón está intacto. Nadie lo ha tocado. Fuentes municipales aseguraron que la Administración local no ha recibido notificación alguna y, a preguntas de este periódico, la Junta dio la callada por respuesta.
Indignados ante esta “parálisis” del Ejecutivo andaluz, los responsables del movimiento vecinal en Jaén hacen hincapié en que la construcción es una necesidad. Por un lado, social, frente al despoblamiento del casco antiguo, y, por supuesto, educativa, porque solo hay un instituto en la zona y por la consiguiente falta de espacio. Pero ¿hay demanda de alumnos suficiente como para edificar un instituto de Secundaria en la zona? El director del “San Juan Bosco”, Israel Mirabent, no se anda por las ramas: “Es verdad que hay una masa poblacional de alumnado para la Secundaria ciertamente más baja que en otras zonas, pero, por el contrario, es enorme la que existe para Formación Profesional”.
El ciclo de Cuidados Auxiliares en Enfermería tiene dos referentes en Andalucía. Uno es el “Fuentepiña”, de Huelva, y otro el instituto de la céntrica Millán de Priego, en la capital jiennense. Es “referente” de esta formación en Andalucía oriental, pero lamenta su director: “Cada año, se quedan fuera entre 500 y 600 personas porque solo tenemos 3 grupos de 30 personas y no caben más”. Ocurre lo mismo en el caso de los ciclos de Estética y peluquería y de Laboratorio de diagnóstico clínico. “No tenemos espacio físico para atender a esa enorme demanda”, insiste Mirabent.
No es la única llaga en la que mete el dedo. La segunda es que la educación Secundaria en el casco histórico está dividida. Primero y segundo se cursan en el colegio público Ruiz Jiménez y tercero y cuarto, en el “San Juan Bosco”. Esto explica por qué los estudiantes de Formación Profesional representan dos tercios del alumnado de este instituto, pero, sobre todo, deja en evidencia una fractura social que, quizá, se subsanaría si la Secundaria se cursara de forma integral en un centro educativo. Según Mirabent, esta situación está detrás del grado de absentismo que se da en la segunda fase de la Secundaria. Apenas hay distancias, pero —dice el educador—: “Pasar de La Magdalena a Millán de Priego se ve como el salto del Gran Cañón y el 50% del alumnado se queda en el camino”.
Por todo ello, reflexiona: “La construcción de un instituto en el casco antiguo hay verla con amplitud de miras”. Y, si no es así, Lozano advierte de que la Administración andaluza tendrá enfrente a los vecinos, que no van a renunciar a esta infraestructura educativa en el casco antiguo.