Vecinos de Las Infantas piden ayuda para un hombre que vive en condiciones infrahumanas

Pepi Galera/Jaén
“Sólo pedimos calidad de vida para Pedro, que escuchen su caso y se pongan manos a la obra”. Este es el mensaje que un grupo de vecinos de Las Infantas lanza a las administraciones, para que se hagan cargo de un enfermo mental que vive solo, entre basura, excrementos y orina.

    24 jun 2009 / 15:28 H.


    “Es una situación infrahumana”. De esta forma denuncian los vecinos de Las Infantas el estado en el que vive Pedro de la Chica Navas, un enfermo mental de 52 años, que reside en la barriada de la capital. “No soportamos los malos olores que salen de su domicilio, que es un auténtico foco de infecciones. A su alrededor, viven familias con niños pequeños, que ni siquiera pueden jugar en la calle. Es una situación insostenible tanto para nosotros, como vecinos, como para él. Es una cuestión de calidad de vida y dignidad para una persona enferma”, declara Juana Montilla Suárez, como portavoz del grupo de vecinos afectados.
    “Llevamos años detrás de las administraciones para que estudien su caso y pongan una solución, pero, hasta ahora, no la hemos encontrado. Sólo, Asuntos Sociales ha aportado ayuda económica para la comida y las facturas”, señala la vecina. “El caso está en conocimiento del Patronato de Asuntos Sociales desde hace meses y la última intervención fue en marzo, cuando se corrió con gastos de alimentación y las facturas pendientes”, aclara la concejal de Políticas Sociales, Carmen Guerrero. “Ahora, dentro de las competencias del Ayuntamiento, lo que se va a hacer es desinfectar y limpiar el domicilio y, si se considera necesario, se iniciarán las ayudas de dependencia como las visitas domiciliarias”, añade. “Lo que también se hará es una nueva valoración de su salud mental, pero las decisiones en este área se escapan al Patronato de Asuntos Sociales”, afirma la concejal.
    Todo comenzó hace unos cuatro años, cuando Pedro de la Chica Navas enfermó tras una depresión. “Al principio, durante unos meses, su madre se hizo cargo pero, después, al marcharse esta a vivir con una hija, cayó en el estado de dejadez y abandono en el que está en la actualidad. Le pusieron un tratamiento que, desafortunadamente, por su estado, no sigue. Es consciente de que está enfermo y en la situación en la que vive, pero su respuesta sólo son las lágrimas”, explica. En este sentido, él mismo facilitó la entrada a su casa para que se realizaran fotografías, aunque no hizo comentario alguno sobre su caso.

    La familia no quiere hacerse responsable de la situación
    La familia que tiene son tres hijos, dos mayores de edad, pero no quieren hacerse responsables de su padre, según Juana Montilla. “La última vez que su hija estuvo aquí fue el pasado 3 de mayo y sus palabras textuales, en la calle, ante un buen grupo de vecinos fueron: Yo no le voy a quitar la mierda a nadie”, cuenta. “Su casa está llena de basura, con excrementos y orina en todos los rincones. El olor es insoportable y está plagado de insectos”, afirma. “El lunes por la tarde, después de que nos comunicaran que su internamiento se había rechazado, una trabajadora social del Ayuntamiento y un representante de la empresa de limpieza visitaron la casa y se comprometieron a que las labores comenzarían mañana, después de ponerse en contacto con la empresa de desinsectización. Creemos que, esta vez, va en serio”, comenta Juana Montilla. “Además, Salud Mental volverá a hacer una valoración del caso”, añade. “También se comprometieron a que se comprarán los enseres que no se puedan recuperar de la limpieza, tales como ropa de cama”, explica la vecina.
    “Ahora, la asignatura pendiente es que lo internen en un centro de salud mental para que cure su enfermedad, pero mientras esto no suceda, la situación no cambiará. La solución de la fumigación y la limpieza de su domicilio es temporal”, destaca. “No queremos que se vaya del barrio, ya que nunca hemos tenido problemas. De hecho, lo conocemos y es una persona sencilla y buena, sólo pedimos que lo internen para que se reponga y, después, vuelva. Es cuestión de darle calidad de vida a una persona enferma”, sentencia.