Valientes payasos

Desde Jaén. Así podríamos calificar a los 4 personajes del parorama folclórico-político catalán que hoy han tenido la importuna idea de plasmar por escrito  no una sino dos preguntas absurdas, y no contentos con ello, además con la intención de que el año que viene la trasladen a la ciudadanía española de Cataluña (ojo, el matiz es importante) para que se pronuncie sobre lo siguiente: ¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado? Y si es así: ¿Independiente?

    16 dic 2013 / 08:34 H.

    Pues bien, estas preguntas, que en un principio nos podrían parecer atrevidas y directas, máxime viendo en los últimos tiempos los continuos órdagos lanzados por los gobernantes catalanes sobre el Gobierno de España (que es el de Cataluña), encierran en su esencia una profunda cobardía y un ilimitado miedo, miedo que los gobernantes catalanes tienen a que la población les pare los pies en la citada consulta.
    Y digo cobardía porque deteniéndonos brevemente en el contenido de las preguntas uno se hace la siguiente reflexión: qué sentido tiene preguntar acerca de la posibilidad de ser Estado para luego tener que matizar sobre si se quiere que sea independiente o no. Pues bien, aunque parezca una estupidez (y lo es), para estos aspirantes a Ghandi tiene gran sentido. La estrategia es clara: si gana el sí en la primera cuestión pero es el no el que triunfa en la segunda, ellos tendrán en bandeja la excusa para demandar un Estado libre asociado a España, y esto sería, digamos, dentro de lo malo, lo menos malo para ellos, y lo ideal para seguir llenándose los bolsillos a costa del resto de los españoles. De ahí esa dualidad de sandeces. Cataluña es una región que, desde que con el gobierno de Rodríguez Zapatero se empezaran a sentar las bases de lo que sería la ruina económica que arrastramos hasta el momento, ha ido experimentando un empobrecimiento de sus gentes. Estas han visto y vivido en sus carnes cómo el gobierno de CIU las ahogaba con tremendos impuestos y las sumía en un profundo ahogo de su economía real. Es por eso que ahora una de las grandes mentiras que usan los nacionalistas para atraer a la ciudadanía hacia sus postulados es que España les roba, pero lo hacen con la sola finalidad de tapar sus propias vergüenzas, para tapar sus propias incompetencias como gobernantes nacionalistas de medio pelo que solo buscan vender un eslogan y que se despreocupan de las necesidades reales de la gente que los ha votado.
    Las respuestas no se han hecho esperar y, a priori, Ruiz-Gallardón, ministro (habría que decir en estos tiempos) de injustucia no ha tardado en salir a la palestra y garantizar que esa consulta no se llevará a término, lo cual es digno de agradecer, siempre y cuando esto sea así y no les tiemble el pulso como en más de una ocasión cuando han debido enfrentarse al “coco” de Artur Mas.
    José Luis Martínez Padilla