Urdangarin

Plácido Cabrera Ibáñez desde Jaén. La justicia en nuestro país a pesar de los medios, adelantos técnicos y del aumento de personal aún sigue siendo muy lenta. Esta situación supone para muchas personas —algunas de ellas inocentes— un largo y penoso calvario personal y familiar. En estos últimos meses, el escándalo atribuido a Urdangarin, se ha traducido en un continúo clamor “paparazzichesco” a este personaje de la vida pública, por si vinculación matrimonial con la hija del Rey, sin que aún se haya realizado el juicio,

    06 feb 2013 / 16:41 H.

    casi todos los días de manera insistente es condenado y ultrajado en tertulias, prensa, televisión, etc. No pretendo quitar la culpa o responsabilidad de aquello por lo que pueda ser juzgado, y en el peor de los casos condenado. No hace falta mucho esfuerzo para darse cuenta que no es ni el mayor posible corrupto o defraudador. ¿Cuántas personas que por ahora no están imputadas, bien por no haber sido denunciadas, o porque han sido mucho más inteligentes que él, o han tenido mejores asesores y compañeros, se han enriquecido mucho más que él? Pienso que no es justo el trato mediático y público que este hombre está recibiendo, aún cuando su posible culpa sea muy grave, y la justicia pueda condenarlo, sin embargo, como persona se merece todo el respeto, así como los demás miembros de su familia, en especial sus hijos que aún son pequeños, y que en estos momentos tristes y dolorosos para su padre también tienen derecho a recibir el trato, respeto y consideración como cualquier otra persona.