Unos acuerdos más rigurosos y urgentes
JOSÉ MORALES MARTÍN desde PALAFRUGELL. Todo lo que se pudo acordar en la última cumbre que tuvo lugar en Bruselas sobre los grandes escándalos mundiales de fraude y la evasión fiscal que practican empresas y millones de personas en los llamados “paraísos fiscales” es un nuevo compromiso político para acelerar la lucha contra la evasión fiscal, que inicialmente consistirá en un intercambio de datos bancarios al que todavía se resisten Luxemburgo y Austria.
En lo que se refiere a España, el presidente Rajoy reveló que gracias a la nueva Ley Antifraude se han podido identificar cerca de 90.000 millones de euros depositados en cuentas en el extranjero, propiedad de 131.000 personas físicas y jurídicas. Apelar a una solidaridad fiscal voluntaria puede resultar una utopía, pero es evidente que la austeridad que todos sufrimos exige de los gobernantes europeos unos acuerdos más rigurosos y urgentes para luchar contra los defraudadores y evasores de capital.