Uno de los presuntos 'cerebros' del caso Iniosa suma otra condena

Enrique F. I. estaba en la cresta de la ola de los negocios. Desde la cúspide, este conocido aceitero gestionó durante años un imperio empresarial con el que ganó miles de euros. Sin embargo, comenzó a tener problemas con la Justicia. El último ha acabado en una condena de un año de prisión como autor de un delito de apropiación indebida. Se quedó con más de 112.000 euros procedentes de una póliza de seguro que cubría los impagos de clientes morosos.
Una de las numerosas sociedades de Enrique F. I., Oleo Europa, firmó, el 15 de julio de 2002, un contrato con la compañía Mapfre para recibir una indemnización en caso de facturas no abonadas. Justo un año después, una sociedad italiana con la que la empresa del acusado había hecho negocios quebró y dejó un agujero de 290.000 euros. Ya en 2004, la aseguradora ingresó como adelanto parte de la indemnización en una cuenta puesta a nombre de uno de los hijos de Enrique F. P. En concreto, fueron 261.041 euros. Hasta aquí, todo es legal. No obstante, a partir de 2005, la Justicia italiana resuelve la quiebra de la empresa que dejó “colgada” a la sociedad jiennense y le ingresa varios pagos por valor de 112.000 euros. Lógicamente, esa cantidad tendría que haber sido devuelta a la aseguradora. No obstante, la Audiencia ha determinado que ni Enrique F. I. ni su hijo Carlos Javier F. P. lo hicieron, a pesar de los numerosos requerimientos, cartas y burofaxes realizados por Mapfre. Por ellos, ambos han sido condenados a un año de prisión como autores de un delito de apropiación indebida. La sentencia no es firme y puede recurrirse ante el Tribunal Supremo.
No es la primera pena que le “cae” a Enrique F. I. En noviembre, el Juzgado de lo Penal número 1 le impuso doce meses de cárcel por un delito fiscal. Defraudó a Hacienda más de 655.000 euros gracias a un ejercicio de “ingeniería financiera”. Los inspectores de la Agencia Tributaria que investigaron sus movimientos declararon que nunca habían visto un entramado financiero con “tanta complejidad”. De hecho, hablaron de “carruseles de dinero”, “empresas fantasmas” y “paraísos fiscales” con los que el empresario aceitero consiguió “despistar” a Hacienda.
Enrique F. I. todavía tiene por delante un pleito de envergadura. Y es que la Fiscalía considera que es uno de los “cerebros” del conocido como caso Iniosa. Esto es, la supuesta estafa a más de 200 olivareros de Jaén y Córdoba que entregaron sus cosechas de aceituna de las campañas 2001 y 2002 y no recibieron a cambio ni un euro. La Fiscalía y la Abogacía del Estado han cuantificado el fraude en más de 2,5 millones de euros. Además, para “esconder” los hechos, los dieciocho acusados formaron una especie “de mafia empresarial”, con testaferros y sociedades tapaderas de por medio. En este caso, que todavía está pendiente de juicio, la Fiscalía pide para Enrique F. I. una condena de trece años de prisión por delitos de alzamiento de bienes, estafa continuada y otro de carácter societario. En este procedimiento también está acusado el también empresario aceitero Luis G. B., considerado como otro de los cabecillas de la trama. Rafael Abolafia / Jaén