Unas riadas amenazantes

E s el momento de realizar las obras de urgencia necesarias, pero los vecinos de un barrio de Canena ven, cómo otro año más, no se acomete un proyecto que evitaría la crecida de un arroyo que amenaza sus viviendas, sus cultivos y, en definitiva, pone en peligro sus vidas. Temen, porque así lo han vivido en otras ocasiones, que cuando comience el ciclo de lluvias tras el verano, el cauce del arroyo de la Yedra vuelva a inundar la zona. Culpan a la Administración Central y, en concreto, a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) por no acometer las obras necesarias. Lo más lamentable es que dichos trabajos comenzaron en noviembre de 2013 por un proyecto de la CHG que pretendía fijar los márgenes del arroyo y evitar así nuevas inundaciones. La inversión prevista era de 700.000 euros e incluía la construcción de unos diques de contención de aguas para disminuir la velocidad del agua y frenar la erosión. Sin embargo, tan esperado proyecto se frenó, al parecer, por falta de presupuesto. El problema desde entonces solo crece porque existe un movimiento de tierras propiciado por las crecidas del arroyo y también por las aguas subterráneas del municipio. Las riadas amenazan a una treintena de viviendas cercanas al balneario y los vecinos cada vez que se cubre el cielo miran al arroyo y temen una crecida que cada temporada va a más. Desde el Ayuntamiento se exige el comienzo de las obras y que se aproveche, precisamente, esta época de verano para acometer todas las que sean necesarias. En el tejado de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir está la pelota para solucionar el problema. La inversión no es alta y se pueden evitar problemas mayores. 

    20 jul 2014 / 22:00 H.