Una visita que genera expectación y revolución mediática

La expectación previa no decayó sino que fue en aumento, y así sigue, desde que aterrizó el pasado miércoles en el aeropuerto malagueño de Pablo Picasso. La visita a Andalucía de la mujer del presidente de Estados Unidos, Michelle Obama y su hija pequeña, ha supuesto una autentica revolución mediática con un impacto mediático y publicitario en medios internacionales valorado en ochocientos millones de euros. Todo un pastel más que dulce que hay que saber rentabilizar y que representa, además, una inyección de glamour impagable para una ciudad absolutamente maltratada y manchada por corruptelas municipales como es Marbella. La primera dama estadounidense realiza una visita de cuatro días acompañada con un importante séquito de sesenta personas, entre amigos personales y un gran dispositivo de seguridad. No hay lugar que visite por el que pase desapercibida, así que además de las mil y una bellezas de la tierra, se llevará impregnado el carácter abierto y hospitalario de las gentes de esta tierra. Un turista agradecido atrae a más turistas y si este visitante es de lujo, los frutos que se pueden recoger de las vacaciones de parte de la familia Obama están garantizados.
La visita de las Obama hizo parada ayer en el casco histórico de Ronda, en un ambiente que recuerda el bullicio y la alegría que se vive cada septiembre en la tradicional Corrida Goyesca de toros.  A lo largo de estos días han tenido ya ocasión de extasiarse con el encanto de Granada, recorrer las calles de Marbella o de la playa malagueña de Estepona. Hoy viajan hasta Palma para almorzar con los Reyes y la Princesa de Asturias. Todos los agasajos al servicio de la que puede ser una gran embajadora de Andalucía en Estados Unidos. Y nadie puede negar que Jaén es capaz de aprovecharse de los paquetes turísticos que se organicen para futuras visitas. Potencial no le falta.