Una sorpresa en el jardín

El destino de la seta, una vez recolectada por el hombre, suele ser de la cesta al cazo y, de ahí, al estómago. Sin embargo, los aficionados de la Asociación Micológica Lactarius de Jaén hicieron de estas plantas el centro de una serie de actividades culturales y recreativas durante el pasado fin de semana.
Para empezar, los socios del colectivo se dedicaron a la “caza y captura” de las mejores piezas a lo largo y ancho de la provincia, desde Cazorla hasta Santa Elena, sin olvidar la capital, en pleno núcleo urbano, en cuyos jardines se encontró uno de los ejemplares más raros, la Sowerbyella imperialis, que nunca había sido recogida en la provincia. Otros hallazgos inéditos o extremadamente extraños fueron algunos filoforales, agaricales y la Leucocortinarius bulbiger, según explica el presidente de “Lactarius”, Juan de Dios Reyes. “Es un año complicado por la tardanza de las lluvias y el verano prolongado, pero ha sido una cosecha bastante buena”, reconoce.
Así, cerca de dos centenares de especies fueron expuestas, ya el domingo, en la Sala Miguel Castillejo de Cajasur. Allí, tanto los aficionados a la micología como los curiosos que se acercaron hasta las instalaciones pudieron disfrutar, primero, de una visita guiada a cargo de Felipe Jiménez, presidente honorario de “Lactarius”, que explicó las particularidades de cada espécimen. Luego, el doctor en Biología Pablo José Pérez ofreció una charla sobre etnomicología; es decir, para qué sirven los hongos, aparte de para comérselos. Entre otros usos están las reparaciones forestales o la lucha antidroga.