Una provincia rica en tesoros subterráneos
Pepi Galera
Buscan, estudian y disfrutan paraísos subterráneos, mientras que practican lo que, para ellos, es un deporte, una ciencia y, sobre todo, una gran pasión: la espeleología. Y en Jaén, tienen donde hacerlo. “En la actualidad, están catalogadas unas ochocientas cavidades en la provincia. Entre ellas, más de veinte destacan especialmente por su desnivel —la más profunda es la Sima Lemus, con -216 metros, en Valdepeñas—, su nivel de desarrollo o su interés bioespeleológico”, explica el presidente del Grupo de Espeleología de Villacarrillo (G. E. V.), Toni Pérez.
Pepi GaleraBuscan, estudian y disfrutan paraísos subterráneos, mientras que practican lo que, para ellos, es un deporte, una ciencia y, sobre todo, una gran pasión: la espeleología. Y en Jaén, tienen donde hacerlo. “En la actualidad, están catalogadas unas ochocientas cavidades en la provincia. Entre ellas, más de veinte destacan especialmente por su desnivel —la más profunda es la Sima Lemus, con -216 metros, en Valdepeñas—, su nivel de desarrollo o su interés bioespeleológico”, explica el presidente del Grupo de Espeleología de Villacarrillo (G. E. V.), Toni Pérez.
Así, se puede afirmar que Jaén es una provincia “rica” en estos tesoros para los sentidos y la ciencia que están bajo tierra. “En Andalucía, las provincias con mayor desarrollo espeleológico son Málaga y Cádiz, seguidas por Jaén y Granada. Lo que sí es muy importante, es el potencial de nuestra provincia, porque estamos seguros de que queda mucho por descubrir”, señala.
Este deporte y ciencia dio su primeros pasos en Jaén en la década de los cincuenta del pasado siglo. “En 1952, las exploraciones bioespeleológicas de los doctores Francisco Español, Joaquín Mateu y Antonio Cobos en varias cavidades de la provincia dieron un giro al futuro de la espeleología en Jaén, ya que descubrieron tres nuevas especies para la ciencia (Laemostenus cazorlensis cazorlensis, Laemostenus cazorlensis divergens y Domene cavicola). A partir de este año, comenzaron exploraciones más serias y modernas en cavidades de Jaén, encabezadas por grupos catalanes y valencianos”, explica Pérez. El hecho de que los espeleólogos pioneros llegaran, principalmente, desde el norte se explica porque este deporte nació en Francia a finales del siglo XIX. Así, “exportaron” esta modalidad a Andalucía, donde crearon “escuela” entre los jiennenses. “En 1969, nace el Club de Montañeros de Jaén, los verdaderos pioneros incansables de la espeleología de Jaén, pues investigan varias cuevas y simas de la provincia, realizan investigaciones arqueológicas únicas en la época y descubren multitud de pinturas rupestres”, relata el especialista.
En los años posteriores, grupos de otras provincias siguen llegando para explorar las cavidades de la provincia. También se celebran campamentos regionales, que ayudan al desarrollo de la espeleología en Jaén. “En los años 90, se realizan varios campamentos andaluces en la provincia y nace el Grupo “Lemus” de Valdepeñas y comienzan los trabajos en el Complejo del Arroyo de la Rambla, en la actualidad la cavidad con más desarrollo de la provincia de Jaén y de las principales de Andalucía”, destaca.
“En la actualidad, la espeleología en Jaén se centra en los trabajos realizados por varios grupos andaluces en las inmediaciones del Pantano de la Bolera, en el que destaca el Complejo del Arroyo de la Rambla. También el Grupo de Espeleología “Lemus” prosigue sus investigaciones en varias zonas de la provincia destacando la Loma de Cagasebo en Cazorla y en los alrededores de Valdepeñas de Jaén. Y por último, el G.E.V continúa con las prospecciones subterráneas en las cavidades del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas”, finaliza.