Una provincia que “se arruga”
No tienen las capacidades adivinatorias del famoso y televisivo Rappel ni de “la bruja” Lola, pero los datos demográficos son el mejor instrumento para realizar predicciones acerca del futuro que le espera a una sociedad en particular que, en el caso de la jiennense, parece estar “condenada” a que el envejecimiento termine por apoderarse de ella.

Así se desprende de los últimos resultados presentados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), dependiente de la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, en el Sistema de Información Demográfica, donde Jaén figura como la provincia de Andalucía con una media de edad más elevada, 42,1 años, la misma cifra que se registra en Córdoba. De este modo, los jiennenses, con 40,8 años, ocupan el primer puesto entre los andaluces que están más envejecidos, seguidos por los cordobeses —40,6 años— y los malagueños —40,1—. Por su parte, las mujeres de la provincia están “menos arrugadas” que los varones y presentan una edad media de 43,4 años, solo un mes menos que la que se registra en Córdoba —43,5— y un año más que las granadinas —42,5—. Pero este envejecimiento superior de la población jiennense al que se da en el resto de la comunidad autónoma no hace referencia al dato puntual de este año, sino que es una tendencia que está presente en la provincia desde, al menos, 1981, que fue el primer año, posterior a 1975 —temporada del primer registro de la edad media realizado por el IECA— en el que Jaén comenzó su carrera ascendente hacia el liderazgo de las “arrugas” en la región. Así, hasta los 80, Huelva tenía el poco honroso honor de presentar la sociedad más envejecida de Andalucía, pero desde 1981 corresponde a Jaén, seguido de Córdoba.
en cabeza. La provincia tampoco sale mejor parada cuando se trata de analizar el índice de envejecimiento de la comunidad autónoma. Un dato que se define como el porcentaje que representa la población mayor de 64 años respecto a la población que tiene menos de 15 y que en Jaén es del 124, 14%, lo que significa que por cada cien niños, en la provincia hay 124 “abuelos”. Un porcentaje bastante más elevado y que contrasta con el que se registra de media en Andalucía, que es del 98,76%, y en otras provincias, como Almería —82,01%— y Cádiz —89,46%. Por su parte, Córdoba vuelve a acompañar a Jaén cuando se trata de “malos” datos gracias a su 120,37%, seguido de cerca por Granada —107,03%— y Málaga, que presenta un 102,52%.
El paso de los años hace mella y da pie a pensar en un futuro bastante negro, para la provincia, que contempla como los hombres y las mujeres envejecen y mueren a un ritmo superior al que crece el número de jiennenses que llegan “de nuevas” a este mundo. Y es que la tasa de mortalidad —la proporción de personas que fallecen respecto al total de la población—, en Jaén, que es del 9,39%, es la más alta de toda la región andaluza. A la provincia le sigue, como acostumbra en estos malos datos, Córdoba, donde esta cifra sufre una leve rebaja, se coloca en el 8,98% y contrasta sobremanera con el que se cosecha en toda la comunidad autónoma —7,89%— y con el que presenta la provincia de Almería, que con tan solo un 6,89% presenta la tasa de mortalidad más baja.
Y lo peor de todo es que estos datos, como se desprende del estudio demográfico presentado por el IECA, tienen como consecuencia que Jaén ocupe el segundo puesto dentro de las provincias con un mayor índice de dependencia de mayores —el número de personas existentes que superan los 65 años por cada 100 personas que se encuentran en edad de trabajar, es decir, los que tienen entre 15 y 64 años—. Así, este número asciende hasta el 27,73% y solo es superado por Córdoba, donde los mayores que dependen de la población activa suponen un 27,74%.
nacimientos. La “ristra” de cifras que colocan a la provincia en los peores panoramas posibles para enfrentarse al futuro tiene su continuación en la tasa de natalidad que se da en Jaén. De nuevo los números vuelven a “condenarla” e indican que esta cifra se ha reducido casi a la mitad y, si hace cuatro décadas, era de 16,37 nacimientos por cada 1.000 personas, en la actualidad estos se quedan en tan solo 8,54. Por su parte, Almería, con 11,39 alumbramientos por cada millar de ciudadanos, y Sevilla, con 10,40, son las provincias en las que se registra una tasa de natalidad más elevada. En contraste con estos datos también se encuentra la tasa de mortalidad infantil, que vuelve a ser de las más elevadas de la comunidad autónoma, ya que 4,12 niños perdieron la vida por cada 1.000 nacimientos que se produjeron en la provincia. Córdoba —4,32— y Sevilla —4,29— son las regiones en las que más menores mueren. Un futuro negro para una población envejecida, con una alta tasa de mortalidad y que registra un número muy bajo de nacimientos.