Una presidencia europea con el reto de escapar de la crisis

El año se estrena para el Gobierno con la asignatura pendiente de levantar el ánimo económico y acortar el tiempo para que se recupere los niveles de crecimiento como el resto de países de nuestro entorno. La presidencia española de la Unión Europea también tendrá como asunto primordial la recuperación económica y como subrayaba, ayer, el presidente del Gobierno, en un mensaje de bienvenida en la página web de la Presidencia Española, dentro de las conquistas del Estado del Bienestar y las políticas sociales de Europa. Otra cuestión, más difícil si cabe, es el pretendido aumento de peso específico de la Unión Europea en el contexto internacional. Quizá el Tratado de Lisboa contribuya a dotar de políticas comunes y una sola voz europea en un panorama mundial que cada vez más nos relega a un segundo plano, ante el renovado ímpetu de EE UU y sobre todo de países asiáticos emergentes. En el ámbito interno, el año comienza con el consabido aumento de impuestos y con el anuncio de que las medidas de estímulo a la economía se reducirán drásticamente. El Estado tiene que aumentar lo que recauda para poner en peligro otro tipo de medidas sociales y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, admite que, aunque impopulares, estas medidas eran necesarias. Al incremento de precio de servicios básicos, como la luz o el transporte, se une el aumento de un punto en el gravamen de las rentas del ahorro para los primeros 6.000 euros de ganancias, hasta el 19%, mientras que el resto tributarán al 21%. También se acota la deducción de 400 euros en el IRPF y para el verano se aplicará un aumento de dos puntos en el IVA. En contraste con estas medidas claramente recaudadoras, que siguen sin penalizar a las rentas más altas, el Gobierno aprueba un incremento del Salario Mínimo Interprofesional y de las pensiones. 

    02 ene 2010 / 10:22 H.