Una plaga de piojos se propaga por las cabezas de los escolares

El comienzo del curso en los colegios ha traído aparejada una situación de alerta en el área de la salud pública. Responsables de los centros explican que no recuerdan un contagio de piojos tan persistente y extendido entre la población infantil. Intuyen que dos pueden ser las causas principales de esta situación.
Por un lado, el calor que ha persistido durante las primeras semanas del año académico y que hace que las liendres eclosionen en rapidez y abundancia y, por otro, la resistencia que estos parásitos desarrollan a los productos para atajar y prevenir la pediculosis.

    03 oct 2012 / 09:34 H.

    Los docentes piden encarecidamente que cuando se detecte infestación en un niño que este se quede en casa hasta que se compruebe que está limpio, ya que, de no ser así, el insecto se propagará con facilidad.
    Sin embargo, esta recomendación choca con la manera de actuar de las familias en las que persiste el estigma que este contagio conlleva y piensan que reconocer que el niño tiene piojos es signo de falta de higiene. En este sentido, la experta médica en pediculosis, Aurora Garre, señala: “A pesar de que los piojos no ocasionan trastornos graves para la salud ni transmiten enfermedades, sí resultan muy molestos y son altamente contagiosos”. Por esta razón, es muy importante que, tan pronto se detecte un caso de pediculosis, se revise el cabello de todos los familiares, y se avise en el colegio para que tomen las medidas pertinentes.
    Irene Bueno /Jaén
    Más información en nuestra edición impresa.