Una plaga de garrapatas tiene atemorizada a La Magdalena

Ansiedad que ralla la desesperación por el temor a que una garrapata se acerque a sus hijos pequeños. Así se siente Lourdes López, vecina de la calle Hospitalico, del popular barrio de La Magdalena.

02 sep 2015 / 10:54 H.

Madre de un niño de siete meses y otro de cuatro años, la jiennense confiesa que ya no puede más y que no sabe qué hacer para eliminar los desagradables parásitos que se cuelan por su vivienda como Pedro por su casa. “Llevamos así desde el verano, la época en la que aparecen estos bichos, ya que acuden a las plantas”, cuenta López. Sin embargo, los vegetales a los que se refiere la mujer no son precisamente los de su jardín, sino los arbustos que crecen salvajemente en el solar que colinda con su hogar.
Para la residente de la calle, su terraza, desde la que goza de preciosas vistas de la ciudad, se ha convertido en el campo de paseo de los ácaros. Así como si de una película de terror se tratara, Lourdes asegura que están por todas partes, incluso, ha llegado a quitarles algunas a sus hijos. “Las garrapatas escalan y se meten por la terraza y luego por las ventanas. Tengo la casa hecha una vergüenza. Y eso que no dejo de limpiar. He desinfectado el patio con todo tipo de productos especiales, pero vuelven a salir. No dejan de criar”, se queja la vecina, quien expresa su temor por los pequeños. “El más chico está empezando a gatear y me da cosa porque las garrapatas están por el suelo”, se lamenta López, para recordar lo peligrosos que pueden llegar a ser estos parásitos, especialmente, para los niños.
Para Lourdes López el origen de esta desesperante plaga está en el solar aledaño a su casa. “Llevo viviendo aquí hace doce años y nunca lo vi limpio”, cuenta la residente, para explicar que, a pesar de estar tapiado, las plantas crecen a su libre albedrío y son un foco para todo tipo de fauna. “Está lleno de insectos de todo tipo, como avispas, mosquitos o garrapatas, pero también hay gatos y ratas”, cuenta la jiennense, quien también critica los actos incívicos de algunos residentes, que tiran la basura como si el solar fuera un vertedero urbano.
Por otra parte, López apunta que este espacio abandonado actualmente formó parte de un proyecto en el que se pretendía adaptar a un pequeño parque cercano al Centro de Día Virgen de la Capilla, dependiente de la Delegación provincial de la que fuera Consejería de Salud, Igualdad y Bienestar Social. “Se creó un lugar de esparcimiento para que los mayores pudieran pasear en el que se contaba, también, con la integración del solar. El parque se abandonó y el terreno nunca se limpió”, manifiesta López.