Una pionera en el bus urbano

María José Ortega/Jaén
Fue la primera jiennense que tuvo la valentía de tomar 'las riendas' de un autobús. Pilar Martínez rompió los moldes de una profesión masculina y, después de cuarenta y dos años al volante, todavía disfruta cuando maneja el 'timón' de su vehículo. Solo dice adiós al asiento del bus.

    14 nov 2011 / 10:55 H.

    Tenía diecisiete años cuando entró a formar parte de la plantilla de lo que por entonces eran los primeros servicios urbanos de Jaén. La empresa Castillo era un mundo de hombres, pero Pilar Martínez López encontró su oportunidad, solo le hizo falta ser valiente y a ella le sobraban bravura y disposición. “Cuando quitaron el puesto de cobrador, que fue como entré en Castillo, nos dieron la opción de ser conductores. Me encantaba conducir, y yo no me lo pensé”, dice  Martínez. Así se convirtió en la primera jiennense que “tomó las riendas” de un autobús. Su vida es una historia de anécdotas viales y cada una de ellas las recuerda con cariño y nostalgia. “En mis comienzos monté a un señor en el autobús, le cobré y cuando vio que yo era la conductora se bajó. Después, cuando nos íbamos, el hombre se volvió a subir. Me dijo que lo hacía me-jor que un hombre”, explica.
    Ahora deja lo que fue durante cuarenta y dos años su  “trono”. Ella no solo  era la “reina” del transporte público en Jaén, sino que, según afirma el gerente de la empresa, José Castillo Contreras, Pilar Martínez es la primera mujer chófer de España. “Entró siendo una chiquilla, pero siempre destacó por ser una alumna avanzada. Había otras cobradoras, pero cuando tuvo que elegir si ponerse como conductora o abandonar el trabajo, ella fue la única valiente. Además, es una persona muy sencilla, humilde y de una profesionalidad intachable”, comenta José Castillo.
    Martínez dijo adiós al “timón” de los autobuses urbanos de Jaén y en esa despedida estuvieron presentes sus colegas de fatiga y familiares, que le organizaron una comida en el restaurante Ruta del Sol de la capital. Para ellos, esta exchófer solo tiene palabras de agradecimiento: “He tenido muy buenos compañeros, les echo mucho en falta”, afirma.
     Sin embargo, esta pionera de “armas tomar”, aunque abandona el bus, no deja de conducir, algo que reconoce que le encanta. Pilar Martínez dio el primer paso y se llevó todas las miradas de una sociedad que empezaba a cambiar. Su imagen fue la referencia de las féminas siguientes que ya no encontraron tantos dedos acusadores al verlas al frente de un autobús. A pesar de que dicen que los comienzos siempre son duros, no le costó empezar. Incluso, añora aquel Jaén casi familiar en el que todos saludaban en las paradas.