Una pendencia de juego en un bar acaba a tiros en Valdepeñas

José Rodríguez Cámara/Jaén
Una aparentemente inocente partida de cartas casi acaba en tragedia en Valdepeñas. F. S. C., de 53 años, fue arrestado por intento de homicidio por descerrajar dos tiros a un vecino con el que tuvo una discusión en un bar  durante una partida de naipes. Se investiga si tienen cuentas pendientes.

    11 ago 2011 / 10:36 H.

    No eran ni las cinco de la tarde del martes, Valdepeñas estaba en plena hora de la siesta, un grupo de hombres jugaba al subastado en el bar Mar María Cristina, una céntrica sociedad recreativa, en el centro del pueblo de la Sierra Sur.          F. S. C., de 53 años, apostaba a los naipes, con amigos y conocidos, cuando  le sonó el teléfono. Tenía que marcharse, a echar una mano a sus hijas, que habían tenido un problema con el coche. Sobre la mesa, al parecer, dejó algo más de un euro, con la idea de continuar la partida a su regreso e intentar ganar algo de dinero en el juego. En cuanto salió del local, ocupó su puesto un paisano, un hombre de 41 años, al que conoce. Los dos se conocen y se dedican a subastar setas, según se explicó a este periódico. Es decir, recogen hongos silvestres de gran calidad en los montes valdepeñeros, y luego venden papeletas entre los vecinos para que participen en una rifa. El ganador, se queda con el manojo. Al detenido, al parecer, no le sentó nada bien que otro ocupara su lugar y, cuando volvió, apenas a los quince minutos, le exigió que se quitara. El aludido, al parecer, le dijo que no pretendía levantarse y le devolvió el dinero que tenía preparado para apostar. Comenzó una discusión que, segundo a segundo, se volvía más acalorada.
    “Si quieres nos vamos a El Vadillo y nos damos de hostias”. Uno de los dos pronunció la retadora frase y al otro no le pareció mal. Ante la incredulidad de los vecinos, los dos contrincantes se marcharon dispuestos a dirimir sus diferencias a tortas. En el paraje natural, donde hay una fuente y que está a las afueras del casco urbano, prosiguió la pelea. Sobre cómo evolucionaron los acontecimientos exactamente nada se conoce a ciencia cierta por el momento, el caso está en manos de la Guardia Civil, pero lo cierto es que, en un momento dado, F. S. C. tomó una carabina y disparó, en dos ocasiones, contra su conocido. El blanco de los disparos se salvó, según la Benemérita, “al arrojarse al suelo”. De esta forma, no le alcanzaron los proyectiles. Ya sano y salvo, la víctima de la agresión denunció lo sucedido. Los agentes localizaron y arrestaron a F. S. C. a las nueve de la noche. Le acusan de un homicidio en grado de tentativa. Se sospecha que un pique en las rifas de setas puede estar detrás de lo ocurrido.

    Alboroto en mitad de un entierro

    El tiroteo de ayer en Valdepeñas no fue el único suceso ocurrido en el municipio. En pleno funeral por un joven vecino, en la iglesia de San Pedro Apóstol, se desprendieron cascotes del abovedamiento del templo, de escayola. El incidente alteró la solemne ceremonia, muy numerosa, puesto que se trataba del último adiós a un vecino muy conocido y querido entre sus paisanos. El desprendimiento afectó a una zona de la parroquia que ya se vino abajo parcialmente hace algo más de un mes, debido a las lluvias. Esta parte de la iglesia está acordonada desde entonces por la Policía Local, a la espera de que se ejecute un proyecto de reforma de este bien del municipio, uno de los principales monumentos de Valdepeñas y lugar de oración y culto. Lo ocurrido fue uno de los hechos más comentados entre los vecinos, que lamentaron que un hecho de este tipo sucediera en pleno sepelio del joven, ante sus atónitos familiares y amigos, muy afectados ya de por sí por la pérdida.