11 abr 2014 / 22:00 H.
Después de cada fiesta de la primavera, y en los días previos, se renueva cada año el debate sobre el elevado consumo de alcohol entre los jóvenes, un hábito que preocupa especialmente en los últimos años debido al descenso de la edad a la que comienza el consumo. Las asociaciones dedicadas a la rehabilitación de personas con problemas de adicción constatan también esa tendencia, incluso, de manera más acusada que las estadísticas oficiales. En esta nueva cita celebrada el pasado jueves, el balance del consumo no está registrado, pero al menos sí se pone de relieve que han sido menos los asistentes. Un dato que, a priori, puede interpretarse como positivo. Lo que sí es relevante es el civismo, en líneas generales, ya que la cita se cerró sin incidentes de consideración, con menos de medio centenar de personas atendidas por patologías de escasa gravedad. Desde la organización se valora la eficacia y el buen funcionamiento del dispositivo de seguridad, un factor también a tener en cuenta a la hora de llegar con cualquier celebración a buen puerto. Las alrededor de veinticinco toneladas de basura que se han recogido en el recinto ferial dan una idea del calibre del alcance del encuentro y del volumen de personas concentradas en un mismo espacio, una bomba de relojería que si no se maneja con precisión puede saltar en las manos.