Una nueva balsa aprovechará las aguas residuales para los campos
Silvia Ruiz Díaz / Jaén
La Comunidad de Regantes de las Aguas Residuales de Jaén aprovechará el bien líquido que ya no se utiliza en los hogares y las industrias de la capital para alimentar sus campos. El colectivo presentó, ayer, la balsa que permitirá abastecer los olivos durante la época veraniega.

La Comunidad de Regantes de las Aguas Residuales de Jaén aprovechará el bien líquido que ya no se utiliza en los hogares y las industrias de la capital para alimentar sus campos. El colectivo presentó, ayer, la balsa que permitirá abastecer los olivos durante la época veraniega.
La Comunidad de Regantes de las Aguas Residuales de Jaén paseó, ayer, por los bordes de su nueva balsa. La infraestructura, que abarca una superficie de 7,5 hectáreas, permitirá a 242 agricultores utilizar el bien líquido excedente de los hogares y las industrias de la capital para regar los campos durante el verano, cuando las lluvias escasean. Además, su capacidad, de 300.000 metros cúbicos, servirá para abastecer más de 500 hectáreas, según confirmó el presidente del colectivo, Juan Sánchez. “La balsa que acabamos de presentar cuenta con un control exhaustivo y, según la superficie de cada regante, le pertenecerán determinados litros de agua”, explicó el representante de la comunidad.
Por su parte, el delegado provincial de Agricultura, Roque Lara, aseguró que el proyecto favorecerá que los olivos de los comuneros “tengan más futuro”, al transformarlos de secano a regadío. “Los técnicos realizaron una gran labor al aprovechar el agua residual de la ciudad para abastecer las fincas”, indicó. De hecho, la comunidad utiliza el líquido de la depuradora municipal, con lo que se realiza un “uso racional”, según comunicó su secretaria, María Dolores Moreno Martínez. “También se optimiza el consumo energético, por lo que se trata de una empresa ecológica y, además, comprometida con el medio ambiente”, insistió.
Las instalaciones, destacaron los regantes, cuentan con los sistemas más modernos y, además, disponen de contadores volumétricos y las más estrictas normas de seguridad. Así, se colocaron cuerdas en toda la superficie para evitar cualquier peligro, en caso de que un vecino cayera o se resbalara. Los ingenieros Carlos Pinilla e Ignacio Moreno se preocuparon, en todo momento, de cuidar cada detalle. Por este motivo, Roque Lara agradeció que se cumplieran los objetivos y, además, en un plazo considerable. Las obras, que comenzaron en el año 2006, se desarrollaron de acuerdo con la política de modernización de regadíos, según explicó la secretaria de la comunidad.
Por otro lado, la Consejería de Agricultura y Pesca subvencionó la mitad de la obra, adjudicada a la empresa jiennense Riegos Amezcua. “La obligación de la Junta de Andalucía es apoyar este tipo de iniciativas, ya que suponen un beneficio para el olivar de la provincia”, señaló Lara. La zona regable se centrará en los parajes de Hospital, San José, Viñas Nuevas, Vaciacostales y el cerro de las Canteras. Las intermediaciones del arroyo Valparaíso hasta el Puente Jontoya también se verán favorecidas.